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Manos por la vida

Ni siquiera cerra­do en su misión principal del ser­vicio de urgencias y emergencias del Hospital Provin­cial Saturnino Lora deja de ser un ir y venir de per­sonas, ni bajan las tensiones ni cesa el quehacer.

Diariamente, alrededor de un centenar de trabajadores santiagueros llegan a los predios del Saturnino Lora para aportar horas voluntarias en la construcción de lo que ha sido declarado como Obra de Choque de la CTC. Foto: Cortesía de la CTC Santiago de Cuba

No están el es­tetoscopio, el es­figmomanómetro, el hilo para sutura, tampoco hay médi­cos y paramédicos, mucho menos pa­cientes… todo ello se ha trocado en martillo y cincel, pala y por pico. Las batas blancas ahora por cas­cos blancos.

El más emblemático y de­mandado centro clínico-quirúr­gico de este suroriental terruño, con servicios de alcance territo­rial, cambia para bien su rostro más visible gracias a una inver­sión, superior a los 200 millones de pesos.

Tamaña cuestión no pasa inad­vertida para la Central de Tra­bajadores de Cuba (CTC) que ha hecho suya la misión de aportar horas voluntarias para impulsar las labores constructivas que eje­cutan entidades estatales y no es­tatales.

“En el año previo a nuestro 22 Congreso no podíamos menos que declarar la rehabilitación del ser­vicio de urgencias y emergencias del hospital Saturnino Lora como obra de choque”, comenta Orlando Beltrán Minier, secretario general de la CTC en la provincia, y diaria­mente se movilizan alrededor de un centenar de afiliados.

 

Restañando heridas

No hay santiaguero a quien le re­sulte ajeno el Provincial. Se estima que mensualmente unas 10 mil per­sonas pasan por su cuerpo de guar­dia, todos conscientes del deterioro de ese espacio vital, porque lo su­frían en carne propia. Después de esta inversión, junto a la experticia de los recursos humanos estarán el confort, la calidad, la funcionali­dad.

El rediseño de los servicios es de las cuestiones que cambian para bien, según expresa la doctora Ta­nia Carbonell Amiot, especialista de Primer Grado en Medicina In­terna y subdirectora de Emergen­cias y Atención al paciente grave del hospital Saturnino Lora.

“Por un lado tendremos el área donde serán atendidos politraumati­zados, la unidad de cuidados inten­sivos emergentes, que se amplía de cinco a 10 camas, más tres cubícu­los de aislamiento, además de las especialidades y servicios afines a la atención al politrauma: cirugía general, ortopedia, neurocirugía, laboratorio clínico, radiografía di­gital y electrocardiograma, e igual la sala de cuidados emergentes, lo que las personas conocen como ob­servación, que crece de ocho a 12 camas.

“Por otro lado estará, con en­trada independiente, la urgencia y sus consultas, una de ellas de clasi­ficación, tres de medicina interna, una de maxilofacial, cardiología, neurología, departamento de aero­sol-terapia, inyecciones, suturas y curaciones sépticas.

“Este reacomodo ha desenca­denado obras inducidas con todas las normas sanitarias que se exi­gen, entre ellas la unidad de tera­pia transfusional, departamento de electromedicina, y farmacia con laboratorio para preparaciones con base en la medicina natural y tra­dicional”.

A la par de lo que acontece en el Servicio Provincial de Emergencia y Urgencias Médicas, otros espacios del hospital Saturnino Lora tam­bién se remozan, y según manifies­ta el director provincial de Salud Pública, doctor Miguel Ángel Díaz Núñez, vendrán mejores cosas, tan­to allí como en otros centros del te­rritorio.

“En el hospital se han dado mantenimiento a varias salas de hospitalización, entre ellas las de neurocirugía, cerebrovascular, oto­rrino, medicina interna, reumato­logía, y se prevé una inversión ma­yor para finales de año, e inicios del 2025, que incluye la unidad qui­rúrgica central”.

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