En los tiempos que corren y desde hace mucho tiempo también, los teléfonos celulares forman parte vital del día a dia en la vida de los seres humanos a escala planetaria.
Los cubanos y cubanas no estamos ajenos a esa realidad cotidiana. A cualquier hora y en cualquier sitio, es posible encontrar a una o más personas “móvil en mano” para utilizar las ventajas y beneficios de estos medios.
Así, por ejemplo, podemos comunicarnos con familiares y amigos cercanos o lejanos, buscar información sobre determinado asunto, estar al tanto de noticias, temas deportivos, culturales, encontrar recetas de cocina y consejos para la salud.
También enviar saludos, felicitaciones, realizar una transferencia monetaria, escuchar música, guardar fotos y videos, entre muchos otros propósitos, según nuestras preferencias.
Basta con estar on line y como un “¡ábrete Sesámo¡ ya estamos navegando por las redes sociales.
Y así ocurre desde una parada de ómnibus, desde un parque, un establecimiento comercial, cuando esperamos nuestro turno en una cola o sencillamente sentados cómodamente en la butaca o el sillón de nuestra casa, por solo citar algunos lugares.
No es menos cierto que hay quienes cruzan o caminan por una calle absortos en una conversación por el teléfono así como hay otras personas que lo utilizan mientras conducen un vehículo. Ambos ejemplos pueden traer consecuencias nada halagüeñas.
Algunos sitios digitales alertan sobre el uso excesivo de estos dispositivos por la adicción que crean y perjudicar el aprendizaje en los niños y adolescentes, además de explicar algunos perjuicios para la salud al mencionar el síndrome del túnel carpiano y afecciones oculares.
Todo depende de la conducta que asuma cada cual a la hora del uso de esta tecnología la cual sin dudas es una útil herramienta por los beneficios que nos ofrece.