En el periodismo hay una máxima por encima de los gustos personales, las creencias políticas o preferencias sociales. Lo que es noticia es noticia. Y el pasado jueves, el cantante cubano conocido por El TAIGER, fue encontrado en la tercera fila del compartimento trasero de un carro con un disparo en la frente, en la ciudad de Miami.
Desde entonces, José Manuel Carvajal Zaldívar está luchando por la vida, aunque los pronósticos médicos en las primeras horas de ocurrido el hecho solo lo reportan de muy crítico y con grave peligro para la vida. Alrededor del hospital el Jackson Memorial Hospital se reportan la llegada de algunos seguidores para solicitar información y rogar por su salud.
También varios cultivadores del género urbano han manifestado su pesar por el hecho, que desde el principio la policía descartó como un suicidio. No es posible olvidar que el cantante estaba enfrentando un proceso judicial por cargos menores y aguardaba su próxima cita en la corte cuando ocurrió este incidente.
Un buen amigo me preguntó si estaba vetado escribir y dar la noticia. Con total responsabilidad puedo decir que NO. Quizás ha funcionado que se trata de un artista bastante contradictorio en cuanto a su comportamiento social y relaciones personales, aunque sus temas funcionan en discotecas, fiestas y demás celebraciones informales de Cuba y Miami, sobre todo en los últimos 3 o 4 años, cuando géneros como el reguetón o reparto se han posado con garras nada felices en cuanto a la calidad de las letras en un público joven y un poco más allá.
Pero este post no es para polemizar sobre música. Solo para graficar que la vida de José Manuel Carvajal Zaldívar está por encima de todo y ser víctima de una sociedad tan violenta como la estadounidense (haya sido cual sea el motivo) no es una excepción, sino la regla. Ejemplos sobran y lo que resta es desear también una pronta recuperación ahora, tal y como se desea a cualquier persona que esté entre la vida y la muerte ahora mismo.
Esa es la noticia. Y cualquier periodista dedicado a la cultura pudo decirla, escribirla y reportarla en cualquier espacio informativo con los elementos objetivos, tal y como se hace con otras noticias similares de muchas figuras del arte cubano o universales. La interpretación u opinión no toca en este caso, pues no se está en el lugar de los hechos ni se han divulgado a plenitud todos los detalles de las investigaciones policiales.
La vida de un ser humano está por encima de cualquier reguetón o comportamiento social que no aplaudimos o nos agrade.