Ciego de Ávila.— Un día Trabajadores se arrimó a los platanales para comentarle al máximo líder de los bananeros que en sus páginas nunca se habían publicado malas noticias sobre la empresa insignia de la agricultura en Cuba, excepto por los daños de los ciclones, la sequía y otros depredadores del medio ambiente.
Allí, el ingeniero agrónomo, que sembraba atención al obrero y recolectaba bienestar para su colectivo (más salario, tienda de estímulos, viviendas, comedores diversificados…), argumentaba el porqué de la activación del bombillo de emergencia, debido a pérdidas económicas millonarias en la Empresa Agropecuaria La Cuba, al sureste de la provincia de Ciego de Ávila.
Una racha de infortunios irrumpía en sus suelos rojos. Además del enraizado bloqueo económico, brotaron contingencias, crisis, pandemias, administraciones cambiantes y estrategias frustradas.
Sin embargo, al colectivo laboral nada pudo arrebatarle la fertilidad, ni las esperanzas de reconquistar su liderazgo. Para orgullo suyo, vuelve a acompañarlo hoy, en calidad de asesor, quien no admitió la jubilación con pasividad, porque Carlitos Blanco es de pura cepa.
La oficina más cómoda
Una costumbre retoña en los surcos. Ahora es Ariel Nieves Concepción el que considera el campo como la oficina más cómoda y fresca para palpar la masa obrera y saber de cuál tipo de fibra está hecho cada uno de sus compañeros de labor.
He ahí uno de los pilares de la fase de recuperación en marcha, porque, cuando el nuevo director general agarró las riendas de la entidad mayor productora de plátano fruta del archipiélago cubano, el plan de la campaña de siembra de primavera se comportaba al 30 % de cumplimiento, en mayo pasado, y concluyó al 101 %, con destaque para el boniato devenido recordista con más de 250 hectáreas (ha) plantadas.
“El mayor volumen fue de plátano con 700 ha, de ellas 160 correspondientes al sistema extradenso; la soya superó las 300 y el frijol las 80.
“En la temporada de frío, que ya comenzó, sembraremos papa, tomate y frijol, este último con el objetivo de colocar, también, una cantidad a la venta en los Mercados Agropecuarios Estatales, desde el venidero fin de año”, asegura Nieves Concepción.
Aunque las potencialidades de la entidad pronostican un mayor impacto en la mesa a la vuelta de unos ocho meses, considera que las producciones están en un buen momento, con el acopio de mil 500 a 2 mil quintales diarios de bananos y mil de calabaza y pepino con destino a la población, a través de la Empresa de Acopio que asume el 75 %; los destinos turísticos Jardines del Rey y Varadero, así como las provincias de La Habana, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Holguín y Ciego de Ávila.
“Determinantes en los resultados ha sido la creación en nuestros predios de una instalación productora de abonos orgánicos que nos posibilitó aplicarles humus de lombriz a las 160 ha sembradas de plátano extradenso, y la revitalización del centro reproductor de entomófagos para combatir plagas y enfermedades”, ejemplifica Ariel.
Otros frutos sin madurador
Uno de los que más aporta, tanto a esta fábrica, como a la producción agrícola, es el colectivo laboral dirigido por Ángel Mompié Rivas, quien muestra entusiasmado las plantaciones de plátano, yuca y calabaza, todas con impecable salud, a base de esmeradas atenciones culturales frente a limitaciones de insumos y electricidad para el riego de agua.
Dos años atrás las cuentas no estaban claras en la empresa por las pérdidas económicas, superiores a los 70 millones de pesos y los ingresos personales no rebasaban los 4 mil mensuales. En la actualidad, contabilizan utilidades y el salario promedio por trabajador es de 22 mil pesos en la brigada de Mompié Rivas.
Con estos dividendos y tantos otros por contar, el platanito de la variedad Gran Enano, renglón insignia, crece en extensión cultivable en La Cuba, anfitriona del inicio reciente de la campaña de siembra de frío de cultivos varios.