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Barbarie y civilización

El siglo XX parecía ser para la humanidad el peor período, cuando la barbarie se impuso a la civilización, con dos guerras mundiales, bombas atómicas, holocausto, golpes de Estado, pandemia  y un sin número de tragedias sociales y climáticas.

El peligro amenaza. Foto: RHC

El recién iniciado XXI, en solo 24 años, marcha apresurado para superar  a su antecesor, con un genocidio cometido por Israel, amenaza de una nueva zona de guerra en el Medio Oriente y el peligro real del uso de las armas nucleares.

Si criminal es el asesinato de más de 41, 000 personas  civiles en su mayoría ancianos, mujeres y niños, no menos es la práctica terrorista de hacer explotar beepers, convertidos en pequeñas bombas, para asesinar y herir a miles de personas en el  Líbano.

Paralelamente a estas acciones criminales está el otro frente de batalla; campañas de desinformación, mentiras y la utilización de organizaciones internacionales, en la que sus líderes se muestran más belicosos que los propios militares o son incapaces de detener la locura.

Ucrania sigue siendo el intento fallido de acabar con la Federación Rusa. Continúa la entrega de armas y recursos para mantener un régimen que ni siquiera tiene un presidente, pues su mandato terminó en mayo.

Los recursos, monetarios y de armamentos se les acaba a los europeos. La UE sin rubor alguno roba cifras millonarias de euros, destinados para la paz y los convierte en armas. Ahora ellos y los Estados Unidos roban los intereses ganados por los depósitos rusos en sus bancos para comprar más armas para los ucranianos.

 

Aumenta el peligro de una guerra mundial

La desvergüenza no tiene límites, cuando dos siniestros personajes declaran “nuestra determinación compartida de seguir siendo los campeones de la paz y la seguridad mundiales», reza un fragmento del panfleto publicado por los jefes de la CIA y el M16, servicios  especiales de espionaje y acción.

Rusia cuenta con la respuesta inmediata. Foto: Sputnik

Solo faltaba para superar la barbarie del pasado siglo, una guerra nuclear y gracias a la OTAN y la UE, el escenario está listo a pesar de la paciencia de Rusia y China frente a los ataques imperiales.

Recuerdo que en la década de los 80 del pasado siglo muchos luchábamos porque reinara la paz. Existía el miedo a una posible guerra, pero la existencia del entonces campo socialista y una URSS con armas nucleares frenaba los impulsos belicistas de algunos gobiernos.

La Europa occidental de entonces aceptaba las masivas marchas de sus ciudadanos a favor de la paz y las reuniones internacionales con la participación de líderes de todo el planeta en contra de la guerra y el armamentismo. Era la época de una Unión Europea donde se discutían temas más nobles y a favor del desarrollo.

Ejercicios militares de la OTAN y de los posibles objetivos. Foto: Sputnik

La OTAN existía, pero aún no había llevado sus tropas muy cerca de las fronteras con Rusia. Hoy esa  nación está rodeada y se discute, como si se tratara de un asunto menor, si se autoriza a Kiev a lanzar misiles al interior de Rusia.

 

La paciencia no es infinita

El tiempo pasa y la paciencia no es infinita. Rusia ha tomado las medidas necesarias para defenderse y utilizar todo tipo de armamento en caso de peligrar su seguridad. El presidente belarús, Alexánder Lukashenko, declaró que se utilizarán armas nucleares en el caso de que la OTAN ataque su país.

“Los estadounidenses y polacos ya están alineados a lo largo de la frontera; sabemos que los dirigentes polacos ya se están frotando las manos. Utilizaremos armas nucleares y Rusia se involucra por nosotros», dijo.

Comienza a tomar fuerza el rechazo a la guerra. Foto: RECERCA

Solo faltan semanas para que termine el año. Por un lado marcha el mundo real, con estos peligros y la esperanza puesta en un nuevo orden, que ya dejó de ser una consigna para convertirse en un proyecto que avanza a marcha forzada. Por el otro, los inventores de una guerra híbrida, que les cuesta mucho dinero, pero les resulta hasta ahora un buen negocio, porque los muertos y la destrucción no son ni sus soldados ni sus ciudades.

Nunca como ahora el peligro de una nueva guerra es posible, en este caso con la amenaza del uso de  armas nucleares. Los verdaderos llamados por la paz son callados por quienes solo quieren continuar la guerra. ¿Principio del fin?

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