Icono del sitio Trabajadores

Lázaro, eterno enamorado de la actividad portuaria

Lázaro González Marrero, quien fuera viceministro del Transporte, y es el actual director de Servicios Portuarios dentro del Grupo Empresarial Marítimo-Portuario (GEMAR), conoce mucho de los puertos cubanos, además de algunos en Europa y Asia. Hoy ahondamos en una historia, su historia, que ha estado ligada a la superación profesional y a la descarga de los productos de la canasta familiar normada en Cuba.

 

 

Lázaro es ingeniero en Transporte Marítimo en la CUJAE. Comenzó a trabajar en 1980 y tuvo la posibilidad de estudiar en el extranjero, lo cual facilitó su formación y afianzó su compromiso con la actividad marítima, según nos cuenta.

En 1982 fue a trabajar a Reino Unido y recibió varios cursos auspiciados por Naciones Unidas. Años después, fue a la ciudad de Amberes, Bélgica, región reconocida por el puerto homónimo de la ciudad. Ahí estuvo Lázaro, durante 18 meses, cursando una maestría en administración de puertos y bahías.

“Los mayores desafíos de este trabajo radican en tener los recursos necesarios para realizar una eficiente descarga de los barcos, tener los equipos técnicos y las personas para hacer el trabajo”, asegura.

Descargar y cargar barcos, eso es lo que más disfruta Lázaro. Los buques que transportan la canasta básica normada le han acompañado toda su vida: “Cuba es un archipiélago, y por los puertos entran todos los suministros y la logística asociada a la economía. Cuando usted ve que se descarga un buque rápido, uno se siente realizado».

“Mi familia considera lo mejor de mi labor. Siempre me ha brindado el apoyo moral y material para que pueda dedicarle gran parte del día a esto, a mi trabajo”. Para Lázaro, los puertos de Cuba son parte de su familia. El sentido de pertenencia es grande, “así que no me cuesta ningún sacrificio dedicarle más tiempo al trabajo”.

“Hemos tenido en la bahía un máximo de 15 o 20 barcos, y hemos logrado despacharlos todos”, dice con orgullo cuando recuerda los momentos en que la bahía de La Habana estaba llena de buques y tenían que buscar los recursos que fuesen necesarios para garantizar su descarga.

Pero, Lázaro también rememora los momentos más complejos. Recuerda, por ejemplo, los días de ciclones fuertes, donde a veces iba al puerto a resolver la descarga de los buques, en medio del evento climatológico. “Situaciones como esa han pasado no solo en la capital sino también en Santiago de Cuba y Cienfuegos; y te conmueve mucho cuando vas a ayudar hasta Santiago y los barcos que están esperando pueden descargar”, afirma.

 

 

Lázaro es un hombre con ímpetu. Dice que “!en ese orden!”,  La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Nuevitas son, para él, los mejores puertos del país. “No sé cuánto me quede en el puerto. Será hasta que tenga fuerzas”, asegura, pero parece que mucho aún podremos disfrutar de su amor por el mar y los barcos, porque “energía, tengo demasiada ahora”.

 

Compartir...
Salir de la versión móvil