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Euclides: guajiro por más hectáreas

En el municipio Espe­cial Isla de la Juventud hoy abrazan la tierra decenas de productores, de ellos hay 36 categorizados como líderes de avan­zada, que desde temprano buscan al­ternativas para llevar más productos a la mesa de los pineros; comparto con uno de estos últimos:

Euclides equilibra su tiempo para atender a la familia; lleva con su esposa 20 años y tiene dos hijas. Foto: Gloria Morales Campanioni

“Ser productor puede traer li­mitaciones para algunos porque mientras otros disfrutan de una película o duermen la mañana, a mí se me va el tiempo enredado entre surcos, máquinas de riego, recogida de producciones, siembra, asegurar la alimentación de los 32 trabajadores, velar por cumplir con las hectáreas (ha) pactadas”, confiesa Euclides Veyrut Gonzá­lez, 57 años, licenciado en Cultu­ra Física, profesión ejercida en la Universidad Jesús Montané Oro­pesa desde 1993 hasta el 2004.

“Si dedico horas a recrearme no hubiera podido entregar el año pasado las 36 ha de papa conve­niadas, intercalar maíz, calabaza, lechuga, sembrar frijol, boniato…”, prosigue mientras ajusta las labo­res de la próxima jornada.

El sol marca la cercanía de las cuatro de la tarde, coge un diez para atenderme e invita a adentrarme en los sembradíos de guayaba y yuca, revisa lo realizado, a esa hora ya la fuerza laboral se fue y el aprovecha.

“En el 2004 solicité tierra para producción porcina, aportaba y fui reconocido en varios escenarios; pedí más tierras y compré un trac­tor, ya contaba con una caballería para incrementarme. En el 2012 me dieron la posibilidad de trabajar en una máquina de riego en la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Capitán Lawton, donde se laboraba por elevar la producción de alimentos y contribuir al autoabas­tecimiento local.

“A raíz de diferentes visitas y la desintegración de la UBPC, me dieron tres máquinas de riego que abarcan 67 ha; comencé con 39 ha de plátano sembradas, las cuales voy intercalando.

“Las 36 ha de papa del 2023 ge­neraron empleos; en la cosecha pa­gaba diario alrededor de 400 pesos, solicité un crédito de siete millones, el cual ya pagué. Cuando hay cose­chas de frijol y papa vienen muchos pobladores cercanos”, destaca con ese humanismo que lo caracteriza de hombre de pueblo.

 

Equilibrio familiar

Verlo tan sereno me inquieta saber cómo equilibra el tiempo para lle­var las producciones y su familia. Sonríe, surca un camino en la tierra donde estamos sentados y cuenta:

Euclides Veyrut González, 57 años, termina casi todos los días de noche en la UBPC Capitán Lawton mientras haya que hacer en la batalla de la producción de alimentos. Foto: Gloria Morales Campanioni

“Llevo con mi esposa 20 años, se llama Lázara Añues Mirabal. Ten­go dos hijas: Claudia de 26, con mi anterior matrimonio, y Gilsy Bell, de nueve. Me levanto diariamente a las seis de la mañana, comparto con ella un rato en lo que desayuno, hablamos de las niñas, me preocu­po y ocupo por cada detalle de su formación educacional, después sal­go para la Lawton, donde veo todo como usufructuario jefe: si hay al­gún equipo roto, las orientaciones de la agricultura, garantizo la merien­da, el almuerzo de los obreros, entre otras tareas.

“Los trabajadores culminan a las tres de la tarde, pero yo me que­do hasta entregarle el área a los cus­todios y cerca de las nueve o diez de la noche salgo para la casa. Parece mucho tiempo, pero no, me planifi­qué en el 2024 sembrar 70 ha de plá­tanos, 30 de papas, una caballería de frijol, cuatro de calabazas, gua­yabas y algo de boniato… hago dos o tres rotaciones al año cuando son cultivos de ciclo corto.

“No hay compás de espera, la si­tuación del país y el bloqueo econó­mico, comercial y financiero que vi­vimos no nos permite mirar de qué lado se vive mejor siempre y menos cuando la alimentación del pueblo está en riesgo. Hoy tenemos afecta­ción de combustible, bioproductos, fertilizantes, aceites para los equi­pos y demás cuestiones que debe­mos sobrepasar con ingenio”, aclara mientras acomoda una guataca a la orilla de donde conversamos.

Foto: Cortesía de Jorge Chales Urquiza y tomada de Facebook

Su nombre es reiterado en ins­tituciones educativas o de salud; allí lleva producciones agrícolas lo mismo para enfermos con cáncer, dietas especiales, alumnos, futuras madres, ancianos o a los acogidos al Sistema de Atención a la Familia.

 

Resultados de sabios consejos

No solo en esos centros su ejemplo ha sobresaltado, también en la agen­da del Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermú­dez, quien en dos ocasiones lo ha vi­sitado.

“La primera vez fue hace más de dos años, teníamos la máquina de riego completa, aunque él no la pudo recorrer, me dio consejos de incrementarme en área, hablamos de salario, de los beneficios que po­dían tener los trabajadores, siempre me sugiere mejoras y las ejecuto.

“En la actualidad estoy donan­do para el Polo Uno de la Reforma parte de una caballería de plátano fruta. En el 2023 había una crisis de boniato y también doné bejuco a quien quisiera: empresas o produc­tores.

“Termino casi todos los días de noche en la Lawton, la vida en el campo no es fácil para quien no siente suya la batalla de la pro­ducción de alimentos (que no es mi caso), la cual cada día será mayor porque el pueblo necesita de no­sotros. Solo la voluntad y el deseo de ver tus frutos en la mesa del pueblo te hacen sobreponer obs­táculos. Por ejemplo, usar abonos orgánicos ante los elevados costos de los fertilizantes y plaguicidas químicos en el mercado interna­cional, sin contar su impacto en la naturaleza y la salud de quienes los manipulamos.

“Sabemos que si queremos te­ner una agricultura sostenible se impone incrementar la producción de abonos orgánicos para contro­lar las plagas y las enfermedades.

“Todavía podemos hacer más, la Isla tiene potencialidades para el desarrollo, existen tierras ocio­sas, estructura hidráulica y re­servas hídricas, además de recur­sos naturales y geólicos mineros”, concluye este productor, vinculado a la empresa agroindustrial Jesús Montané Oropesa, con un fondo de tierra en usufructo de 82.84 ha, de ellas 62.84 bajo máquina de riego de Pívot Central y 20 con riego por goteo, localizado con una estación de bombeo eléctrico. Entre los sue­ños de este guajiro, aparece am­pliar más hectáreas.

 

Elogio merecido

En una de sus visitas a Isla de la Juventud, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, pudo conocer de cerca la labor de Euclides, sobre la cual ex­presó posteriormente:

“Esos ejemplos que uno ve son inspiradores, esas son gen­te (…) que no pierden la convic­ción de que se puede triunfar, que hacen, que aportan y se van por encima del bloqueo”.

(Tomado de Islavisión)

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