Desde 1974 comenzó a manejar taxis y aún se mantiene en el mismo oficio, cumpliendo con su tarea diaria, lo mismo un caso común que un traslado de diálisis.
Norberto Toledo Crespo es chofer de Taxis Cuba Viñales. Participó en la zafra cañera, tabacalera, azucarera, en la Operación Milagro, en todas las tareas fundamentales de la Revolución.
A partir de entonces, nada lo ha podido separar del timón de un auto. “Para mí esto es muy importante, porque cumplo con una tarea social que el pueblo necesita. Por ejemplo, he sido chofer destacado en la transportación de niños con cáncer”.
Así, desde sus inicios, Norberto ha estado en el movimiento de los vanguardistas. “Por 20 años consecutivos he sido Vanguardia Nacional. Además, gracias a mi familia pude llegar a ser Héroe del Trabajo de la República de Cuba”, asegura.
Esa condecoración la lleva con orgullo, pero también con una gran responsabilidad. En los últimos tiempos Norberto ha honrado mucho su título, sobre todo en los dos años de COVID-19: “Cuando eso estuve transportando enfermos día y noche, y no me contagié. Tomé todas las medidas y así pude ayudar a la gente que lo necesitaba. Yo sabía que estaba cumpliendo con una tarea social y la población precisaba de mi servicio”.
Ser Héroe, explica Norberto, no solo lo hace sentirse feliz consigo mismo, sino, además, no dejar de pensar que quien está en la calle necesita un servicio y hay que dárselo. “A veces hay alguien que te dice: Voy a tal lugar, pero no tengo dinero. Y ahí es cuando se le dice: Monta, que no te quedas”.
De ahí que para Norberto no hay día sin manejar. Hace más de 6 años que no le ponen multas, de hecho, dice tener muy pocas, aun cuando haya recorrido toda Cuba. “En 50 años que llevo de taxista nunca me han cancelado la licencia. Con decirte que en la semana del tránsito fui estimulado por no tener accidentes. Nunca he tenido uno”.
Por eso, “mientras me haga los exámenes y no tenga problema para manejar, voy a seguirlo haciendo. Esto va para largo”.