La Empresa de Productos Lácteos y Confitería Raúl Fornell Delgado de Pinar del Río, eligió al primer delegado directo de la provincia al 22 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), la entidad es reconocida a nivel de país por la eficiencia y los indicadores favorables tanto productiva como financieramente.
Fabián Jesús Echeneide Valle, jefe de brigada del taller de industrial fue el elegido por sus compañeros para representarlos en el evento, al respecto Jorge Luis Fajardo Casas, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Industria Alimentaria destacó que no se trata sólo de la entidad en la cual labora, sino de todo el sector, porque los problemas de un colectivo son comunes a otros.
En este caso no sólo es un excelente trabajador, sino que también es dirigente sindical y destacado innovador, actividad a la que según sus propias palabras hay que agradecer que todavía la industria se encuentre en funcionamiento pese a la obsolescencia tecnológica y carencia de piezas de repuesto.
Agradeció la confianza depositada en él, que definió como un reto, porque debe preparase para que su participación se revierta en beneficio para los colectivos que hoy están directamente a la producción y aportando a la economía del país.
Es el primer delegado directo de Pinar del Río, los otros cuatro centros que también podrán tener un representante en el 22 Congreso son la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Julián Alemán, especializada en el cultivo del tabaco Virginia, el hospital León Cuervo Rubio, la Empresa de Productos Universales y el politécnico Pedro Téllez en Consolación del Sur, precisó Rubén Lloga Sixto, secretario general de la CTC en la provincia.
Sobre el rol que desempeñan las secciones sindicales en el buen funcionamiento de la Empresa Echeneide Valle comentó que en cada área se analiza sistemáticamente cómo solucionar los problemas existentes, al integrar esas respuestas se fortalece la unión y es lo que les permite avanzar.
Acotó que a él le corresponde velar por el mantenimiento y perfecto estado de los equipos, que realizan tormentas de ideas en busca de propuestas ante cualquier rotura, y así asegurar que no se detengan las producciones.
La reticencia inicial de algunos trabajadores al encadenamiento con nuevas formas de gestión asegura que ya quedaron atrás, porque no hay nada más convincente que los resultados.