Este martes 3 de septiembre tomarán posesión de sus cargos los 210 jueces legos del Tribunal Supremo Popular (TSP), electos en julio pasado por los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, durante la segunda jornada del Tercer Periodo Ordinario de Sesiones en su X Legislatura.
La solemne ceremonia será a las 10:00 am, en el Salón Indio Naborí, en la sede de la dirección de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en la Habana, y en ella firmarán el Acta de Constancia correspondiente para ejercer su mandato en el período 2024-2028.
Según ha afirmado el presidente del TSP, Rubén Remigio Ferro, los jueces legos son una de las grandes fortalezas del sistema procesal cubano porque expresan la participación directa de la ciudadanía en el ejercicio de la justicia judicial.
Del total de funcionarios que asumirán esa responsabilidad a partir del martes próximo, de nuevo ingreso son 121.
Los elegidos para representar al pueblo en los actos de administración de justicia, jurarán acatar y exigir el estricto cumplimiento de la Constitución socialista, la legislación vigente y el Código de Ética; además de desempeñar el cargo con austeridad, probidad y seriedad, y honrarlo como su investidura lo requiere.
A la CTC correspondió evaluar las nominaciones realizadas por las organizaciones de masas, entre representantes de todos los sectores sociales, y su presentación antes de ser aprobados en los distintos niveles de las asambleas del Poder Popular, para formar parte de los tribunales con iguales deberes y derechos que los jueces profesionales, como lo dictamina la Carta Magna de Cuba.
En el caso del Tribunal Supremo, la elección de los jueces legos corresponde a los diputados porque eso le da la legitimidad de que , mediante sus representantes en la ANPP, el pueblo los nómina y elige.
Para ocupar el cargo basta con cumplir requisitos básicos, como ser ciudadano cubano, mantener buena actitud ante el trabajo o actividad social, tener una conducta ejemplar, poseer un adecuado nivel educacional y disposición para el ejercicio de la función judicial.
La Ley de Organización del Sistema Judicial aprobada en Cuba en 1973 estableció que todos los tribunales tienen que ser integrados por jueces profesionales y jueces legos, en la función de impartir justicia.
Durante el lustro de ejercicio de su mandato, durante 30 días cada año los ciudadanos que son jueces legos dejan sus ocupaciones habituales para incorporarse a las actividades judiciales.