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Federada, ternura y compromiso de mujer

Hace 64 años el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, con su extraordinaria visión, llamó a dignificar el papel de la mujer, como ente activo en la construcción de nuestra sociedad. Hoy, no podría hablarse de algún logro de la Revolución sin destacar el papel desempeñado por nuestras féminas.

Foto: Rodny Alcolea Olivares

Este 23 de agosto se cumple un aniversario más de la creación de la Federación de Mujeres Cubanas, nuestra FMC, admirable conquista del proyecto social cubano, creada por Fidel, Raúl y su querida líder, la inolvidable Vilma Espín, quien siempre defendió ver a las federadas, codo a codo, junto a los hombres en las más diversas, complejas e importantes tareas.

En Guantánamo, las mujeres representan cerca del 68 por ciento de los profesionales universitarios del territorio, el 66, 8 de la fuerza técnica laboral activa, y día a día crece el número de compañeras incorporadas al cumplimiento de diferentes responsabilidades de dirección, cifra que ahora supera el 56 %.

La FMC en el Alto Oriente cubano agrupa a más de 190 mil guantanameras inmersas en todas las tareas de la Revolución.

La superación constituye una labor prioritaria a través de diferentes modalidades de estudio, entre ellas la Educación de Adultos, en la Universalización de la Enseñanza, y otros cursos relacionados con oficios como peluquería, computación, inglés, corte y costura y otros, sumados en los últimos años, dirigidos al emergente sector no estatal de la economía.

Destaque especial para la labor de las federadas en nuestros campos y zonas serranas, en esta la provincia más oriental y montañosa del país. La vieja estampa de la mujer campesina relegada solo a colar café, barrer los patios o alimentar los patios cada vez más queda en el pasado.

Ahora, junto a sus habituales labores hogareñas, se les ve también dirigir cooperativas, hospitales y escuelas; al frente de importantes investigaciones científicas, en la preparación para la defensa, prácticas deportivas, actividades culturales o como delegadas del Poder Popular, entre otras responsabilidades.

Importantes tareas del Plan Turquino como la zafra cafetalera, la recuperación de la actividad forestal, reducción de la carga contaminante y la materialización de los programas sociales, que persiguen elevar la calidad de vida de la población, cuentan con el indispensable concurso del esfuerzo de nuestras mujeres.

Si antes del luminoso Enero de 1959, muchas madres, hijas y hermanas, morían de poliomielitis, tuberculosis o en el momento del parto por falta de atención médica, hoy en las serranías guantanameras la esperanza de vida de las féminas tiene índices primermundista, y a las compañeras embarazadas se les atiende de manera individual a través del Programa Materno Infantil (PAMI).

También existen las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, donde se brinda orientación y atención especializada sobre diferentes problemáticas sociales.

Atención especial para nuestras muchachas, a cientos de ellas las encontramos como trabajadora social, instructora de arte, activistas del deporte o cumpliendo misión internacionalista, brindando solidaridad, que es hacer historia en muchas partes del mundo.

Esa es hoy la mujer guantanamera, la mujer cubana, con cientos de razones para conmemorar este 23 de agosto el aniversario 64 de su creación. (Tomado de Venceremos)

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