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Bancarizar o bancarizar, no hay más camino

Los entendidos en el tema hablan de avances en la bancarización a un año de publicada en la Gaceta Oficial la Resolución 111 del Banco Central de Cuba, pero desde ese 2 de agosto de 2023, millones de personas también lo miden desde su experiencia diaria.

 

Desde que apareció el poderoso don dinero, se emprendió el camino a la bancarización. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Las mayorías valoran desde su cotidianeidad, a la par que los especialistas examinan el cumplimiento de las normas bancarias sobre límites para cobros y pagos en efectivo en moneda nacional, así como su depósito, extracción y tenencia.

Esa fecha comenzó un mayor impulso al proceso de bancarización de las operaciones seguido de cerca por todos para acelerar las acciones e incrementar el uso de los medios de pagos digitales en la economía.

Y sobre todo, son conocidas las medidas tendentes a recuperar los flujos en efectivo que están en poder de los actores económicos en cualquiera de sus formas.

Persisten dificultades

Todavía se mantienen contratiempos con los cuales tropiezan las personas, pues todavía queda mucho por hacer en materia de protección al consumidor financiero; creación y diversificación de productos y servicios bancarios y de inversión, e incentivar los depósitos en efectivo.

En este año de vigencia de la Resolución 111 sobre las operaciones de cobro y pago por canales electrónicos hay un elemento positivo: la comprensión y reducción del rechazo, de lo cual tenemos evidencias los que colaboramos con esta publicación en línea.

Varios años transcurrieron desde que han estado desoyendo el reclamo del pago por tarjeta magnética y no a través de un cheque con trámites engorrosos para cobrarlo, y que en ocasiones devuelven porque al apellido le faltaba una tilde o una letra no se entendía.

También en este camino de la bancarización hay paradojas, y es que al fin nos pagan las colaboraciones por vía electrónica, lo cual podría ser motivo de alegría, pero no es así al ejecutarse cuando al acudir a los cajeros automáticos hay largas colas y poco efectivo.

Desaguisados como este pueden provocar animadversión contra un proceso vital como la bancarización, por eso son acertadas las decisiones de emprender una campaña de comunicación como la que se realiza por todos los medios existentes para informar, explicar y conocer las opiniones para aclarar lo necesario.

Cifras y casos

La comprensión también avanza en personas naturales, incluyendo los que parecían imposibles de convencer debido a su edad, carecer de recursos o ser confesos contrarios a cuanto se relacionara con nuevas tecnologías.

 

(Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Transfermovil tiene más de cinco millones de usuarios y EnZona más de un millón, pero también es una buena manera de medir, el saber que Ado, con más de 70 años de edad, aprendió recientemente a hacer y recibir llamadas, enviar y leer SMS, y está interesado en tener las aplicaciones.

Otro ejemplo es Isabel, quien rebasa los 60 años de edad, y dice entretenerse haciendo el favor de recargar celulares a sus vecinos, lo cual le reporta algún ingreso porque le dejan el dinero de la rebaja del 10 por ciento por bonificación.

Entre los casos que usan estas vías de pago hay quienes carecen de celular y posibilidades para comprarlo u obtenerlo, pero tienen amistades y vecinos a quienes acuden para pagar el teléfono o la electricidad, con lo cual evitan recorrer largas distancias en tiempos de transporte público colapsado.

La solidaridad está haciendo difícil interpretar la situación a través de cifras y datos, pues sin suficientes cajeros automáticos, teléfonos móviles y otros recursos que llevados a números son insignificantes, se logra el imposible de aumentar los casos de participantes en la bancarización.

No solo en Cuba

Suele opinarse que en un contexto de bloqueo económico, comercial y financiero, Cuba carece de infraestructura para ni siquiera haber comenzado la bancarización; sin embargo, vale la pena indagar si en otras naciones pueden todos a pesar de haber medios tecnológicos.

En la isla no hay analfabetismo y los que ignoren cómo realizar una operación, pueden leer un tutorial o las instrucciones que se dan en los propios aparatos, y entender con más facilidad las palabras técnicas.

Y aunque parezca una nimiedad, no hay cubanos indocumentados, por lo que cualquiera puede identificarse para tener una cuenta bancaria y ejecutar operaciones financieras, y posibilidades de acceder aunque vivan en lugares apartados de la geografía cubana.

Nuestra realidad es que la bancarización no puede ser tan masiva como se aspira, ni al ritmo necesario por falta de recursos materiales, pero lamentablemente en otros países el obstáculo no tiene nada que ver con la infraestructura.

No obstante, todos los relacionados con la estabilización macroeconómica tienen que actuar coordinadamente hacia un mismo objetivo para reducir al mínimo los problemas y que el sistema bancario financiero sea vía segura para las operaciones y así sea apreciado.

Las acciones no pueden ser aisladas, pues una sola de ellas que signifique un cambio, repercutirá en el todo como mismo ocurre con un ligero temblor de tierra en una zona que provocará reacomodo en un amplio territorio.

(Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Sin espejismos, pero hay una considerable cantidad de líneas móviles activas, una buena parte de ellas con internet; además de hogares conectados a la red y no debe desestimarse el hecho de que Transfermóvil y Enzona son de creación cubana.

Basta una mirada a los comercios para darse cuenta de que se ha avanzado en cobros y pagos por canales digitales, pero en un ambiente de concentración de altos volúmenes de efectivo en pocas manos y circulando fuera del sistema bancario.

Por mucho que se avance según la mirada técnica, para la población lo medirá por cualquier contratiempo al depositar y recibir dinero en una tarjeta magnética, o al hacer una larga e infructuosa cola en el cajero al que se le acaba el efectivo,

Aunque la filosofía sea el optimismo, cuando se implemente una estrategia de inclusión financiera debe vigilarse su repercusión en todos los sectores de la sociedad, por lo cual hay que estar atentos a corregir desajustes para evitar necesidad o tendencia a realizar gestiones financieras fuera de vías formales y reguladas.

Para continuar el avance de la bancarización con plenitud, todavía hay que eliminar obstáculos con los cuales al tropezar, hacen que los actores económicos de forma general y también la población caigan en el dañino mecanismo informal y sin regulación,

Y también resulta necesario ir disminuyendo el uso del efectivo, pues es contradictorio que su reducción no sea más rápida, si los salarios se reciben de manera creciente por medios electrónicos.

El camino al futuro es el de la bancarización, no hay otro.

(Tomado de Cubahora)

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