En el teatro José Jacinto Milanés de la ciudad de Pinar del Río fue agasajado el equipo que representó a la provincia durante la edición 63 de la Serie Nacional de Béisbol, desde varias manifestaciones artísticas se patentizó el agradecimiento de los vueltabajeros por la entrega que mostraron en el terreno.
Fue destacado el honroso segundo lugar que constituyó una victoria porque revitalizaron la pasión por este deporte en sus conciudadanos al ser el equipo con mejor desempeño, volvieron a convocar a sus seguidores y mantuvieron llenos totales en las gradas de su cuartel general el estadio Capitán San Luis.
Cada récord, jugada memorable o decisión arbitral cuestionable era debatida por varios días en las calles; resucitaron a esos directores que llevan dentro la mayoría de los cubanos y por ende ofrecen alternativas para el manejo del juego de acuerdo a su “experticia”.
Por la alegría regalada a este pueblo, por la esperanza y avivar pasiones, por hacer que los problemas cotidianos pierdan intensidad ante la euforia de la victoria, gracias.
Especialmente por aunar a viejos, jóvenes, niños, hombres y mujeres alrededor de un mismo objetivo, por el retorno del juego de barrio a las calles y por convertirse en referentes para los que mañana defenderán la camiseta de Vegueros.
Hay cosas que no caben en un trofeo ni dependen de tenerlo en una vitrina, si algo ganaron este año esos peloteros es el derecho a la confianza y el merecimiento del respeto, ese que se manifestó en los diferentes reconocimientos que hicieron instituciones, organismos y autoridades de la provincia a nombre de los pinareños. Gracias Vegueros.