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Manuel Issac Cocho: 26 años sin quitarse el overol

Cada vez que una guagua de la Empresa de Ómnibus Nacionales (EON) se rompe, nuestro mayor empeño es para que pueda repararse pronto y salir a provincia.

 

Si existe alguien clave para que eso se logre, entre tantos otros, ese es Manuel Issac Cocho. Mecánico automotriz de categoría A, lleva 26 años con el overol de trabajo puesto, reparando guaguas.

Ante el déficit de partes, piezas y aceites, los mecánicos de Ómnibus Nacionales como Manuel Issac, hacen hasta lo imposible para reparar las guaguas:

“Tratamos de buscar alternativas; vamos a un torno, o vemos a alguien que pueda fabricar una pieza nueva, o bien rebajarla para que se pueda ajustar al carro.”

Él se considera buen mecánico, no ha tenido hasta ahora problemas reseñables. Pero para que eso fuera una realidad han tenido que pasar muchos años de esfuerzo y aprendizaje. “Lo que sé hoy día lo aprendí de mi papá, que en paz descanse. Él era mecánico de combinadas, gracias a su conocimiento y lo que pude aprender en la escuela, cuando cursé el técnico medio en explotación del transporte, estoy donde estoy.” No hay un día en que su profesor no sea un recuerdo recurrente para Israel. “Siempre pienso en mi padre, porque gracias a él soy lo que soy, y tengo el oficio que me enseñó de chiquito”.

Fue también su padre y la propia faena la que le ha curtido su carácter y su sentido del trabajo en la Empresa de Ómnibus Nacionales.

“Si tú como trabajador no buscas una solución, no se puede echar a andar ningún carro ni transporta   r personal de una provincia a otra. Me siento muy orgulloso cada vez que tengo que salir a otra provincia para poder arreglar cualquier carro que requiere una reparación rápida, para poder dar una solución”, admite Manuel Issac.

 

Sobre la accidentalidad en Cuba y su implicación en ellas de forma indirecta fue profundo en su discurso.

«Los accidentes de guaguas nos afectan mucho, muchos son evitables, no siempre se saben claramente los motivos de cada uno de ellos, puede ser un adelantamiento mal hecho o un bache mal cogido, la dirección que tuvo problemas, etc. Mayormente sucede por el factor humano…”, explica Manuel Issac.

“Me entra cargo de conciencia cuando veo en las noticias algún muerto o herido en un accidente de tránsito, y como a mí, le pasa al resto de mis compañeros. Nos duele y nos preocupa a todos”, precisa Manuel Isaac. “Recientemente una guagua, a la cual le había reparado el motor, cogió un bordillo de la carretera y se volcó…, comentó.

Sobre sus compañeros de trabajo, los considera parte de las motivaciones que lo hacen permanecer en la empresa. “Siento que mis compañeros me apoyan y reconocen mi trabajo y mi trayectoria”, asevera. “Muchos están conformes y otros inconformes, pero no saben cómo hacemos para que los carros no se paren”, refiere sobre los pasajeros que frecuentan las guaguas que repara de conjunto con otros mecánicos.

Hasta el último piñón que logre ajustar para los carros Yutong o Izuzu, Manuel Issac mantendrá su exigencia de trabajo y su overol, símbolo de su inagotable esfuerzo para que los cubanos nos mantengamos transportándonos desde y hacia nuestras provincias. “Todas las cosas que hago las intento hacer de la mejor forma posible, para que no haya problemas de ningún tipo. Si el destino quiere y me acompaña, pienso retirarme aquí en Ómnibus Nacionales”.

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