Hubo la misma tristeza de entonces. Han pasado dos años y el sentimiento de dolor pareciera mantenerse intacto por las 17 vidas que cobró el trágico suceso del 5 de agosto de 2022 en la Base de Supertanqueros, en la provincia de Matanzas.
El Museo de Bomberos volvió a prestar sus instalaciones para la ceremonia. Allí, las fotos de las víctimas de aquel fatídico incendio, arropadas por las lágrimas y las flores, de sus seres queridos.
Con 17 campanazos y el sonido de las sirenas de los camiones de comando, comenzó el homenaje.
Al joven rescatista José Antonio Esnar Viciedo le tocó evidenciar el coraje y la determinación de quienes enfrentaron el incendio de grandes proporciones, donde a pesar de múltiples maniobras, no pudo impedirse el colapso de cuatro grandes tanques de combustible.
Mientras Esnar hablaba, la tristeza se apoderó de los presentes, y también el orgullo por la solidaridad manifiesta en esas jornadas que conmocionaron al país. Expresó el sentimiento del Cuerpo de Bomberos, la hermandad que los unes y sus irrenunciables deberes.
La jornada conmemorativa incluyó la colocación de una ofrenda floral en el Panteón a los Caídos de la Defensa, en el cementerio San Carlos Borromeo, la presentación del libro Entre fuegos. Bomberos de Matanzas, publicado por la Editorial Capitán San Luis y la inauguración de la exposición Con la sal a cuestas, del fotógrafo Ernesto Cruz.
El 5 de agosto, alrededor de las 6 y 45 de la tarde, una descarga eléctrica provocó una explosión e incendió uno de los grandes depósitos de combustible en la Base de Supertanqueros, en la zona industrial, para el día después, las llamas provocaran el colapso de un segundo tanque, muerte y heridos.