El movimiento sindical celebra este 2 de agosto el Día del Trabajador Gráfico en el país, pero especialmente en Holguín, donde será el acto nacional por la efeméride y en Villa Clara, lugar de nacimiento hace 130 años del mártir del sector Alfredo López Arencibia.
En redes sociales, el colega Orestes Eugellés comunicó que Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la CTC congratuló a la provincia de Holguín, cuyos trabajadores gráficos ganaron la sede de la conmemoración.
Dijo que quienes laboran en el sector son imprescindibles en la vida económica, social y cultural del país, y reconoció los esfuerzos de esos obreros por cumplir con la impresión de periódicos nacionales y provinciales, así como de revistas, libros y folletos, textos y materiales escolares ante el bloqueo de Estados Unidos.
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El Secretariado del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias transmitió una felicitación a los afiliados pertenecientes a las actividades de la rama gráfica, con colectivos de rica historia de lucha por el cumplimiento cada año de programas propuestos en favor de la sociedad y la economía.
Yaquelín Baños Torres, secretaria general de la organización obrera, deseó éxitos a esos afiliados por las importantes misiones que políticas que tienen en apoyo a la Actualización del Modelo Económico Cubano
En Villa Clara
Daymi Leiva Jiménez, secretaria general del SNTI en la provincia de Villa Clara, dijo que todas las organizaciones sindicales de base realizarán en horas de la mañana actos de recordación del dirigente sindical nacido en 1894 en la localidad de Sagua la Grande, donde trabajó en un taller tipográfico.
Al mudarse para La Habana fue empleado de la imprenta La Mercantil, donde se incorporó a las luchas de los obreros por mejorar sus condiciones de trabajo.
La ocasión también será propicia para ratificar los compromisos productivos en honor al mártir que fue máximo dirigente del movimiento obrero cubano en los años 20 del siglo pasado y que fue asesinado por fuerzas represivas del dictador Gerardo Machado el 20 de julio de 1926.
Julio Antonio Mella describe a Alfredo López:
No era un intelectual ni un erudito, sino un linotipista cuyo buen salario le habría permitido vivir con su familia holgadamente desde las filas de la llamada aristocracia obrera , y sin embargo, se había entregado por entero a la causa de la organización y la lucha del proletariado, convertido en una personalidad que envuelta en su traje oscuro y su corbata blanca, andaba con los bolsillos, como verdaderos archivos ambulantes, siempre repletos de folletos, revistas, mientras como un eterno buscados de información de cualquier tipo, se había convertido en un hombre de elevada cultura general y sobre todo, de elevado sentido conceptual y práctico acerca de lo que significaba la explotación capitalista, la importancia de la organización unitaria y la necesidad indispensable de que los trabajadores adquiriesen la cultura general y política que necesitaban para la comprensión y el exitoso de sus luchas, junto al significado del dominio norteamericano para la nación cubana.