En el homenaje, el embajador de la isla en el istmo, Víctor Cairo, uno de los oradores, subrayó que el proyecto de restauración de una parte de la urbe liderada por Leal hasta sus últimos días, tiene la trascendencia y lección de hacerla junto a su gente y todos los que trabajaron con él y ahora son continuidad de la mejor defensa de la identidad cultural.
El diplomático destacó además los vínculos amistosos y de colaboración de Leal con Panamá y sus visitas al istmo como parte de un programa de rescate del patrimonio histórico del Casco Antiguo, nacido de sus nexos con el General Omar Torrijos (1929-1981), cuya fecha de desaparición física, un 31 de julio, deviene lamentable coincidencia.
En ese sentido, Cairo saludó el proyecto de que, en ese sitio emblemático, declarado en 1997 por la Unesco como Patrimonio Histórico de la Humanidad, una de sus calles lleve el nombre de Eusebio Leal.
En la conmemoración, el vicepresidente de la Fundación para la Preservación del Patrimonio Histórico del Casco Antiguo, el periodista Alberto Tuñón narró vivencias de su amistad con Leal y su singular manera de familiarizarse con la historia de Panamá en sus frecuentes visitas y recorridos por sitios de interés en la ciudad y de la caribeña localidad de Portobelo, entre otras.
También el exembajador de Panamá en Cuba, Reynaldo Rivera, quien concluyó recientemente esa misión diplomática, rememoró los instantes en que estuvo al lado de Leal, el privilegio de contar con la amistad y magisterio de quien considera uno de los más extraordinarios oradores que ha conocido, de ilustrada sapiencia y gran defensor de la cubanía.
Leal, aseveró, fue imagen y semejanza de su nombre, por su lealtad a la humildad, a la amistad y a la solidaridad revolucionaria, apuntó.
Los asistentes a la velada celebrada en la embajada de Cuba en Panamá, disfrutaron de las interpretaciones del declamador y gestor cultural Noel Canto y de un audiovisual dedicado a la vida y obra de Leal.
En la jornada, también la Coordinadora Nacional de Solidaridad con Cuba en Panamá envió un mensaje en el que resalta el liderazgo del historiador no solo en el renacimiento de la parte más antigua de La Habana, sino su dedicación y compromiso con el patrimonio cultural de su país y el mundo, que lo llevaron a convertirse en uno de los intelectuales más destacados de la isla.
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