París sigue acaparando todo el entorno mediático y la popularidad en los últimos días, como es de esperar, el evento más importante del mundo deportivo tiene reflectores de sobra. En contraposición, un pequeño clasificatorio de fútbol sub 20 en México tiene pocos seguidores, pero se hacen sentir, pues ahí una valiente escuadra cubana aspira a la clasificación de su segundo mundial en la categoría.
Hoy a las 10 de la noche, la cita con el destino aguarda en el Estadio Sergio León Chávez, Irapuato. El partido será complicado, pues Honduras concluyó la fase grupal como invicta; además de mostrar un juego ofensivo que puede resultar peligroso si el planteamiento no es el indicado. En otras palabras, la disputa comienza desde antes del pitazo inicial, en un duelo de pizarras.
Ahora bien, ¿realmente Cuba tiene posibilidades de superar el escollo? Sí, más allá de la fe y la esperanza, el conjunto caribeño ha mostrado armas suficientes durante el torneo para ser considerado como aspirante a un boleto mundialista. Su peor partido fue contra un potente Estados Unidos, quien ya clasificó y su mejor en el cierre de la fase de grupos, contra Jamaica, al cual los antillanos golearon, ganaron y gustaron.
La clave pasará por el mediocampo, en el cual será de importancia mayúscula la presencia de Romario Torrez, el jugador de la juvenil de Nacional. Por razones desconocidas, el dorsal 11 solo disputó alrededor de 80 minutos en los tres partidos anteriores; cifra que debería superar hoy. De igual forma, el creativo Michael Camejo marcará seguramente las pautas ofensivas y si el 10 aparece, puede poner a una Isla de fiesta.
En materia estadística, Cuba recibió 20 remates a puerta en la fase de grupos, permitiendo solo 5 goles, el 25%. Hoy el porcentaje de atajadas debe ser igual de efectivo, Yurdy Hodelín debe sufrir y responder igual de acertado. El eje defensivo mostrarse implacable, si bien hasta ahora se ha mostrado frágil por tramos, el capitán Karel Pérez debe llamar a la cordura y la organización, el buen marcaje zonal y ordenar la constante trampa del offside.
Jamás un sueño fue fácil de cumplir y los juveniles Leones del Caribe lo saben, solo un rival los separa del Mundial y la concentración debe ser absoluta. Las Olimpiadas absorben al planeta entero, pero en Cuba muchos acompañarán cada duelo en cancha, cada disparo a puerta y cada atajada realizada. Es ahora o nunca y esperemos lo primero.