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La FSM convoca al Día Internacional de Acción Sindical por la Paz

La Federación Sindical Mundial, la voz militante de 105 millones de trabajadores de 133 países, organiza el Día Internacional de Acción Sindical por la Paz 2024 el 1 de septiembre a propósito del   aniversario del ataque de la Alemania nazi a Polonia que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial.

 

En un reciente comunicado, la organización hizo «un llamado a los trabajadores y a los sindicatos clasistas de todo el mundo para que respondan activa y militantemente en este vital Llamado a la Acción Internacional anual que está dedicado al recuerdo de millones de víctimas de las atrocidades nazis y fascistas y a todos los afectados y que sufren por los conflictos imperialistas y la sed interminable de ganancias del gran capital».

El movimiento sindical internacional de clase también denuncia la peligrosa intensificación de los preparativos bélicos de la OTAN y el aumento del 12% del presupuesto de esa organización militar para 2024, «alcanzando los 2 mil 30 millones de euros, y un aumento del 18,2% en su presupuesto civil, mejorando aún más la capacidad operativa de los cuarteles generales, las misiones y las operaciones globales de la Estructura de Mando de la OTAN».

«Estas cifras subrayan una tendencia de años hacia una “economía de guerra” entre los Estados miembros de la OTAN.  El gasto militar ha aumentado un 18% en los aliados europeos y Canadá en 2024. Además, 23 Estados miembros destinarán este año al menos el 2% de su PIB a gastos militares».

La FSM alerta que ese aumento vertiginoso de los presupuestos militares también se registra en otros estados y coaliciones, «exacerbando la confrontación y aumentando el riesgo de un conflicto imperialista generalizado con consecuencias nefastas».

El incremento de esos gastos militares «constituye una provocación para los pueblos y los trabajadores» que sufren el aumento de los precios, la inflación y las políticas de austeridad a largo plazo.

Tal situación coexiste con  «las exclusiones, discriminaciones, embargos y sanciones impuestas por los EE.UU., la OTAN y la UE a varios países» medidas que afectan aún más los niveles de vida de las familias de bajos ingresos, de trabajadores, de pequeños agricultores pobres y las capas populares en general.

La FSM exige «el pleno respeto de la soberanía, la independencia y el derecho de cada pueblo a elegir su propio camino. Los recursos deben gastarse para satisfacer las necesidades contemporáneas de los pueblos y la clase trabajadora, en lugar de destinarlos a guerras y derramamiento de sangre».

La historia ha demostrado que «los trabajadores, los pueblos de todo el mundo no tienen nada que esperar ni nada que ganar de las rivalidades intercapitalistas por el control geopolítico, económico y la rentabilidad de los monopolios que resultaron en muerte, pobreza y miseria».

En este contexto, «la FSM intensifica su firme lucha por la paz y condena enérgicamente los conflictos armados imperialistas, a lo largo y ancho del globo, exigiendo un alto el fuego inmediato y el fin de la guerra en Ucrania, Yemen, Sudán y todas las zonas de guerra, en el Medio Oriente y en otros lugares».

Además, condena «el genocidio, la limpieza étnica y los crímenes cotidianos cometidos por Israel en Palestina, con la tolerancia provocadora y el apoyo de los Estados Unidos, la Unión Europea y sus aliados», por lo que exige «el fin inmediato e incondicional de todas las campañas militares y ataques del Estado asesino israelí, la implementación de sus obligaciones legales internacionales en el territorio palestino ocupado y el tratamiento inmediato de las condiciones que amenazan la vida de los palestinos».

La condición previa crucial para asegurar y consolidar la paz en el Oriente Medio en general es poner fin de inmediato a la ocupación y los asentamientos israelíes en los territorios árabes ocupados, garantizar el derecho al retorno de los refugiados y el establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital.

La directiva de la FSM denuncia también la posición de los «sindicatos amarillos» que operan en el seno del movimiento sindical internacional: «Desgraciadamente, la CSI y sus ramas proporcionan vergonzosamente respaldo y apoyo político a la OTAN, a sus aliados y a sus planes, insistiendo en una postura de igual distancia que equipara a los perpetradores con las víctimas y sirve a los sangrientos intereses de los monopolios».

Por estas razones, el Secretariado de la FSM ha emitido un comunicado donde realiza  «un llamamiento a los trabajadores de todo el mundo, a los sindicatos combativos para que participen activamente en el Día Internacional de Acción Sindical por la Paz, organizando actividades militantes para denunciar enérgicamente el aumento ininterrumpido de los gastos militares y los conflictos imperialistas en curso; para hacer valer la demanda de la disolución de la OTAN y de todas las coaliciones militares, la abolición completa de las armas nucleares, el respeto a la independencia y la soberanía de todos los Estados y difundir el mensaje del internacionalismo y la lucha de clases por una paz duradera, por un mundo libre de intervenciones imperialistas y de la explotación humana».

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