Quien fuera dirigente estudiantil, sindicalista, diputada al Parlamento cubano y regresara al aula tras cumplir estas y otras responsabilidades, rememora que uno de los momentos de gran emoción fue tocar las manos de su ídolo, Fidel Castro Ruz.
El acontecimiento trascendió en la universidad Ignacio Agramonte Loynaz, de Camagüey, donde el líder histórico de la Revolución cubana le entregara el diploma de la licenciatura en Historia, con la categoría de Título de Oro, a Trifina Fernández Mora, oriunda de la capital provincial en Ciego de Ávila.
Ese no fue el único premio dorado conquistado por la avileña. «En calidad de diputada tuve la oportunidad de estar en las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular durante dos mandatos, las cuales estuvieron presididas por el Comandante en Jefe.
«Otra oportunidad para compartir sus enseñanzas y virtudes fue en los Congresos de la CTC, de cuyas plenarias regresaba más entusiasmada y convencida de la importancia de nuestra labor de representante de la clase obrera», destaca quien se desempeñó como secretaria general del Sindicato de Civiles de la Defensa y del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba, en el territorio avileño.
Expresa la gratitud por los momentos en que reconocieron sus méritos laborales, al ser condecorada con la distinción de Vanguardia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; y las medallas Emilio Barcenas Pier y José Tey, entre otros galardones conferidos por el movimiento sindical cubano.
«Un día dije que cuando cumpliera las misiones políticas asignadas, regresaría adonde partí cuando era secretaria general de la sección sindical y cumplí lo prometido, retorné a dar clases en la Escuela Militar Vocacional Camilo Cienfuegos, de Ciego de Ávila, donde imparto Historia de Cuba, Historia Contemporánea y Cultura Política.
«El magisterio me fascina y posibilita la formación integral de los estudiantes, a los que siempre les hablo de los valores humanos de Fidel, de la importancia de interiorizar sus discursos, de aplicar su Concepto de Revolución.
«Incluso, en los actos de la escuela hacemos dramatizaciones acerca de cuestiones relacionadas con su pensamiento y legado, el cual debemos consultar y aplicar constantemente en estos tiempos difíciles porque el Comandante tenía una visión muy amplia de los problemas y de sus posibles soluciones.
«Qué es lo que más me gusta además de la pedagogía, pues, la comunicación interpersonal, sobre todo, con los jóvenes porque los educo y me nutro de su energía para seguir viviendo».
