A propósito del 71 aniversario del 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, Francisca López Civeira (Paquita), Profesora Titular de Mérito de la Universidad de La Habana, conversó con la Agencia Cubana de Noticias sobre la vigencia del pensamiento fidelista y el programa del Moncada en este 2024.
No se puede hablar de este tema, sin antes mencionar que la Universidad de La Habana (UH) fue el lugar donde el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz se formó, y como dijo en el 50 aniversario de su ingreso a esta institución, aquí se hizo revolucionario, martiano y socialista, comentó la prestigiosa y reconocida profesora Paquita.
Cuando la gesta del Moncada permanece viva en la memoria y el sentimiento patriótico renovado de profesores y estudiantes, la UH realiza múltiples actividades para fomentar el conocimiento de la historia, en estos tiempos donde el país enfrenta una difícil situación.
Desde que se creó en el 2017 la cátedra honorífica para el estudio del pensamiento y la obra de Fidel, se han promovido presentaciones, charlas, paneles, conferencias y otras actividades, así como el Fórum Estudiantil de Historia, dijo López Civeira.
Según la también Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2022, en el mes de junio tuvo lugar un encuentro entre las cátedras Martiana, la de Fidel y la del Che, donde profesores y estudiantes participaron con sus ponencias, y entre las diversas temáticas abordaron el papel de Fidel como promotor del desarrollo de la ciencia en Cuba, la tecnología, la meteorología, entre otros.
Precisamente, acotó, este tema de llevar el conocimiento a todos era una proyección programática en Fidel, quien insistió mucho en la reforma universitaria, promulgada el 10 de enero de 1962, con la convicción de transformar radicalmente el nivel de la enseñanza superior.
Abrir las universidades a todos fue un hito importante en Cuba, donde la aulas acogen a todos sus estudiantes sin diferencia de clases, ni de color, porque como decía Fidel, teniendo en cuenta el papel de las universidades dentro de la sociedad, estas no pueden ser simples centros de enseñanza, sino centros que creen nuevos conocimientos y donde la investigación forme parte del quehacer universitario, agregó Paquita.
En este sentido, mencionó, la universidad tiene presente el pensamiento fidelista, que incluye sus palabras de aquel 17 de noviembre de 2005 en el Aula Magna, cuando advirtió sobre el alto precio que tendrían los errores de los propios cubanos para la supervivencia de la Revolución.
Hoy se insiste más que nunca en la advertencia de Fidel, en que la Revolución no se puede destruir desde afuera sino desde adentro, y si esto sucede sería la pérdida irremediable de la soberanía para Cuba y la desaparición de una sociedad, cuyo modelo está basado en principios de equidad y justicia para sí y para los países del mundo, puntualizó Paquita.
Muchos, rememoró, extrañan por estos tiempos las visitas de Fidel, que más que visitas eran intercambios amenos con los estudiantes universitarios, en la Plaza Cadena, hoy Plaza Ignacio Agramonte, sitio que después del triunfo de la Revolución sirvió de escenario para debatir diferentes problemáticas, dar ideas y tomarse fotos con el Comandante.
Confesó que él no era ese que llegaba anunciando una visita oficial, al contrario, prefería ser sorpresivo y sentirse uno más entre aquellos jóvenes que escuchaban sus debates con respecto a la bibliografía y los libros que existían y hacía falta estudiar; precisamente de estos encuentros surgió Ediciones Revolucionarias.
López Civeira, actual historiadora de la UH, resaltó que, hasta el último momento, la Universidad de La Habana, después de ser escenario propicio para Fidel y su formación como abogado, sirvió de tribuna para dirigirse a los jóvenes.
A decir de muchos, el legado de Fidel perdura hoy no solo en la cátedra dedicada al estudio de su pensamiento y obra, sino también en los estudiantes y la popular frase ¡Yo soy Fidel!, que desde el 25 de noviembre de 2016 constituye un lema para la nación.
