En el atardecer del 15 de marzo de 2024, en Nueva York, partió a la eternidad Salomón Gadles Mikowsky, quien nació en La Habana en 1936 y, a pesar de haber vivido la mayor parte de su vida fuera de Cuba, siempre pensó y obró por la música de la mayor de las Antillas.
Mikowsky, de padres polacos, recibió sus primeras clases de piano del notable pedagogo cubano César Pérez Sentenat (1896–1973). También estudió teoría de la música con Argeliers León (1918-1991) y solfeo con Luis Pastoret. Tras obtener una beca en la Juilliard School continuó sus estudios en Nueva York, donde obtuvo los títulos de Bachelor y Máster. Posteriormente hizo un Doctorado en la Columbia University cuyo tema de estudio fueron las danzas de piano del compositor Ignacio Cervantes (1847-1905).
En el ámbito de la pedagogía musical se le llegó a identificar como “uno de los profesores-artistas más buscados del mundo” y por su “habilidad mágica para convertir a sus estudiantes de piano en artistas”.
De su relación con Cuba dan fe sus frecuentes visitas, el auxilio en materia pedagógica a colegas y estudiantes, los pianos Steinway donados a la sala Cervantes y al Teatro Martí, así como la creación y auspicio del Encuentro de Jóvenes Pianistas, festival que convirtió a La Habana en un punto de encuentro de lo mejor del repertorio pianístico del mundo, interpretado por alumnos de la Manhattan School of Music y músicos cubanos.
Cada una de las seis ediciones de ese evento contó con la colaboración de Eusebio Leal Spengler y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, especialmente el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas.
“Aun cuando su carrera fue básicamente realizada fuera de la Isla, hoy no puede escribirse la historia del piano en Cuba sin tomar en cuenta su halo de bondad y sensibilidad”, expresaron las musicólogas Miriam Escudero y Claudia Fallarero, directora y especialista principal del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, respectivamente.
Escudero y Fallarero, cercanas colaboradoras del pedagogo en Cuba, aseveran en el texto “Salomón Mikowsky, el músico que trasciende el tempo”, que él “tramó la manera de estar siempre presente, como jurado del Concurso Ignacio Cervantes y, desde 2013, con su Encuentro. Convencido de la avidez de músicos y públicos por escuchar extensas jornadas de piano, creó un espacio para recordar y descubrir nuevos repertorios; cantar melodías de conocidos conciertos o ser confrontados por la estética transgresora de algunos autores”.
No sorprende entonces que Cuba estuviera en sus peticiones de última voluntad. La primera de ellas es la donación de sus libros y discos de música al Departamento de Piano de la Universidad de las Artes y a la Mediateca del Lyceum Mozartiano de La Habana, que dirige el profesor Ulises Hernández, misión que ya está en proceso por intermedio de la Dirección de Cooperación Internacional de la Oficina del Historiador.
La segunda solicitud fue que sus restos descansen en el Cementerio Hebreo Ashkenazi de Guanabacoa, exequias que tendrán lugar el jueves 18 de julio, a las 11 de la mañana.
A propósito de esta ceremonia y en justo tributo al quehacer de Mikowsky, varias instituciones cubanas se han unido para honrarle, entre ellas la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, la Universidad de La Habana, el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, el Instituto Cubano de la Música, y el Centro Nacional de la Música de Concierto.
El Concierto en homenaje a Salomón Mikowsky, coordinado por Miriam Escudero y Mateo Lorente, tendrá lugar el sábado 20 julio, a las 6:00 de la tarde, en el Oratorio San Felipe Neri (Calle Aguiar, esq. Obrapía, La Habana Vieja).
El programa combina repertorios de las escuelas pianísticas rusa, francesa, húngara y cubana a las que se entregó con pasión. Piezas de Prokófiev, Rachmaninof, Maurice Ravel, Franz Liszt y los cubanos Ernesto Lecuona, Tania León y Juan Piñera serán interpretadas por Daniela Rivero Cernuda, Cristhian Pérez González y Ahmed Alom.
“Hoy le honramos de la única manera que es y será posible: con música, interpretada por jóvenes pianistas, porque fue esa su vocación suprema, enseñar los secretos del lenguaje de los sonidos a aquellos que se estaban formando”, dicen los organizadores en las notas al programa del Concierto.
Mikowsky fue miembro de jurados de innumerables concursos internacionales y dirigió Festivales Internacionales de Piano en España, Francia y Cuba. Recibió el Premio Cintas del Instituto de Educación Internacional y el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de las Artes de Cuba. Fue nombrado Artista de Steinway y exprofesor de Educación Musical en la Universidad de Columbia. Enseñó en The Juilliard Precollege, la Universidad de New York, la Universidad de las Artes de Filadelfia y en el Chicago College of the Performing Arts de la Universidad Roosevelt. Desde 1969 hasta su muerte se mantuvo como profesor de la facultad de piano de Manhattan School of Music.
A continuación compartimos un reporte del 27 de junio del 2014 realizado por la colega Fabiola López, corresponsal de TeleSur en La Habana. Nótese en este audiovisual que Salomón Mikowsky explica su compromiso con Cuba y que entre los intérpretes de entonces figuraba Ahmed Alom, con apenas 15 años.