La Empresa Pesquera asume la economía circular como una práctica que contribuye a sus finanzas y, al mismo tiempo, ayuda a reconvertir desechos sólidos en productos útiles a la alimentación animal.
El ingeniero Yordan Rueda Paz, director de Tecnología en la entidad, es un apasionado de esta práctica, “porque nos proporciona ingresos y a la vez, el procesamiento de los residuos, libera al medioambiente de esa carga contaminante”, afirma categórico.
Rueda Paz explica que en todos los establecimientos de los puertos locales, donde tienen salones de proceso, los desperdicios los recolectan y los emplean en la alimentación de la claria o pez gato, y de los cerdos que atienden en la finca integral destinada al autoconsumo.
Además, mediante un convenio, en esa aspiración comparten suerte con Tecnoazúcar en el sureño municipio de Amancio, organismo al que ceden las partes no aprovechables de los pescados utilizadas por ellos como componente del pienso que allí producen, y a cambio entregan determinadas cantidades del alimento, subraya.
La concha de ostión es otra oportunidad y molinada es útil como suplemento alimenticio en la avicultura por su alto contenido de carbonato de calcio, un mineral imprescindible en la dieta de las gallinas ponedoras, “porque ayuda a la formación de la cáscara de huevo y tiene otras bondades”, agrega Rueda Paz.
Por sus cualidades ese producto es incorporado al pienso que consumen, además, cerdos y peces, por eso es muy demandado por el Sistema de la Agricultura y Porcino, dos clientes fundamentales, argumenta el joven directivo.
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