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Palco #12: Southgate calla bocas

El fútbol es de detalles. Más cuando se juega bajo el mando de dos tipos testarudos que son el blanco perfecto de las críticas de la prensa. De un lado Países Bajos con Koeman, del otro, Inglaterra con Southgate. La gran diferencia está en las plantillas, aunque ambas llegaron hasta la semifinal mordiendo el polvo.

Foto: Getty Images

Sin embargo la primera parte nos ofrece un guión inesperado. Xavi Simons le birla la bola a Rice y bate a Pickford con un disparo lejano que viaja a 116 kilómetros por hora. Es una bala, pero le da en el guante al arquero. A Koeman le viene de maravillas para aguantar un poco del talento inglés, suelto como nunca antes se había visto en esta Euro.

Southgate retocó alguna de sus ideas. Foden parece más Foden por derecha y Saka, que no sabemos de qué juega, también luce enchufado. No se echa a ver el pobre partido de Bellingham, más porque Mainoo lleva los hilos como un consagrado.

Poco le dura la ventaja a Koeman, porque a Dumfries se le ocurre mostrarle los pinchos a Kane en el área. Es penal y Kane quiere seguir luchando por su primer titulo. Define perfecto.

La igualdad desata el oculto poderío inglés. Mainoo ve entre líneas a Foden que se escapa de los grandotes anaranjados y define con su pierna mala entre las cañas de Verbruggen. Un casi golazo que salvó Dumfries en la línea, limpiándose de su error anterior.

El lateral de la orange casi completa el ciclo pero su cabezazo al poste no hizo más que alertar a los ingleses de que no hay necesidad de confiarse. Y Foden responde con un disparo excelso que da en el ángulo y se va fuera. Intercambio bonito que no gusta a los técnicos y que definitivamente no es la tónica en un segundo tiempo de desgaste en el que son contadas las ocasiones.

La lesión de Memphis dejó a Países Bajos tocada en ataque y Southgate parece que llamó la atención a los suyos por entretener. Aquí hay que ganar, aunque eso implique sacar a Foden y a Kane, aunque eso ponga su pellejo en tela de juicio y acabe por salvar el de Koeman. Habrá que averiguarlo. Ambos han llegado a semifinales fieles a sus ideas.

El tiempo se diluye en pases y tímidas escaramuzas como si la prórroga fuera el objetivo. Pero hay unos detallitos importantes que no debemos pasar por alto: en el fútbol se juega hasta que se escucha el silbato y los suplentes, hasta esa hora, estarán buscando ganarse el favor de su técnico.

El pellejo de Southgate arde en redes sociales, bares y salones. Al 89:59 Watkins recibe de Palmer en un costado del área, consigue darse la vuelta ante De Vrij y con poco ángulo saca un disparo raso perfecto para batir a Verbruggen… y a Koeman. Fueron los que entraron por Foden y Kane los que trajeron la gloria, un golpe del que Países Bajos no se podría levantar ni aunque mandara a la cancha al mismísimo Marco Van Basten.

Palmer y Watkins enviaron a la hoguera a Koeman y materializaron otra final para Southgate, que hace callar a los técnicos de sofá. Ahora solo le queda la difícil tarea de dar con la fórmula que cure la maldición de Harry Kane.

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