Sancti Spíritus.— En cada tiro de paño o chinchorro la acuicultura en esta región afina la puntería. Muestra su potencial este año 2024 y garantiza alrededor del 28 % de la captura de los peces de agua dulce con destino al encargo estatal.
El colectivo de la unidad empresarial de base (UEB) Acuiza, perteneciente a la Empresa Pesquera espirituana (Pescapir), extrajo de los embalses de la provincia mil 831 toneladas, cifra que representa el 113 % de cumplimiento del plan al cierre del primer semestre del presente año. Un salto cuantitativo en su gestión productiva con un saldo de 680 toneladas más que en igual etapa del 2023.
Los bajos niveles de almacenamiento de agua tras el impacto de la sequía, con mayor incidencia en la presa Zaza, y una prominente manifestación de las especies —principalmente carpas y tencas— producto de la efectiva siembra de alevines en las dos últimas campañas, propician una verdadera zafra acuícola.
“Las condiciones han sido favorables para la pesca. Los bajos volúmenes de las presas y la entrada de algunos insumos facilitaron el incremento de las capturas”, afirmó Jiomel Márquez Alonso, jefe de producción en la UEB, la cual administra dos zonas de operaciones, una con su infraestructura en el embalse Zaza y otra en el río del mismo nombre. Principales áreas de operaciones de 10 brigadas de chinchorros y tres de paños.
Pescando más salario
Según precisó Márquez Alonso, los trabajadores están contentos porque “pescaron” también más ingresos salariales. “Los sistemas de pago— dijo— son estimulantes. La tonelada se paga a 4 mil pesos e incrementa su valor tras sobrepasar el 120 % de sobrecumplimiento”.
Las brigadas nombradas Sierra, Pantera, Pitirre, Liudmila y Tuinucú marchan a la vanguardia, tras saldar sus compromisos anuales al cierre de junio.
Tuinucú se convirtió en la primera en lograr esa meta. Su patrón, Miguel Gil León, con más de tres decenios de experiencia como pescador en el mayor embalse de Cuba, aseguró que la clave es conseguir el plan diario y superarlo para alcanzar el decisivo adelanto.
Concuerda su colega de oficio Eduardo Felipe Rodríguez, de la brigada Pitirre: “Nuestro objetivo es sacar los beneficios para la alimentación del pueblo”, enfatizó. “Cuando llegan estos meses, que es la etapa de cosecha alta, tenemos que irnos por encima. Adelantar antes de la temporada baja, cuando se llena la presa y vienen los nortes, condiciones que hacen más engorrosa la captura”.
Por eso Rodolfo Enrique Delgado Denis, de la Liudmila, reconoce que “determinante resulta aprovechar esta época para coger 5 o 6 toneladas diarias, más de 30 mensuales. Realmente, las capturas son más fáciles hoy por el bajo nivel de la presa, pero esta pincha es brava”.
Ganancias de pescador
Se previó una prominente campaña. Para navegar con éxito se fortaleció el vínculo entre los pescadores y el consejo de dirección de la entidad, ampliaron la disponibilidad de artes de pesca, remotorizaron dos embarcaciones, adquirieron 20 botes y limpiaron varias hectáreas en la Zaza, informó Jiomel.
“La estrategia es aumentar las capturas. Con esa visión se labora en el montaje de un nuevo motor a la chernera de Felicidad, habilitar otra embarcación y tejer un chinchorro, con vistas a crear una nueva brigada. Acciones en homenaje al 26 de Julio, cuya celebración nacional también pasa por las redes y las manos de nuestros pescadores”.