Trabajar, trabajar y trabajar es su único vicio, lo mismo recogiendo cítricos, estibando, en los talleres, debajo de los carros, buscándoles solución a los problemas de los medios de transporte ante las carencias de piezas de repuesto.
La pereza no es compatible con él, y así ha sido siempre, desde Palenque de Yateras, en la provincia de Guantánamo, Manuela y Apolonio, dos campesinos encopeta’os, como dice, lo enseñaron a sembrar y cosechar café, caña o cualquier cultivo; pastorear, ordeñar, hasta el llamado del Servicio Militar Activo.
Atrapado por los encantos de la Isla de la Juventud
“Mi unidad militar estaba en Sabaneta, allí recibí baja por estímulo al participar en todo”, expresa con esa jocosidad propia, Modesto Samón Pérez, conocido como el Mulo por su capacidad de trabajo. Tiene 59 años y fue condecorado con el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba en el año 2022.
Los misterios de la Isla de la Juventud lo atraparon cuando era protagonista de movilizaciones hacia las zafras de la toronja y cañeras como parte del contingente Lázaro Peña, con las que ganó la condición de Millonario y de Vanguardia Nacional por 19 años consecutivos. Ostenta el sello Gota de Sangre por acumular 135 donaciones, además de aportes a los programas Materno Infantil y el del Control del Cáncer.
Sus manos y corazón han estado 38 años en el sector del transporte, en el cual ha sido custodio, fregador, ponchero… hasta chofer, oficio actual, al frente del timón de la guagua conocida como el camello, de la ruta 31 del poblado La Fe, donde se distingue por su sensibilidad, humanismo, trato afable, ética profesional y amor por su labor.
“Ahora mi carro está parado por problemas del combustible, me incorporé entonces a la reparación de consultorios”, manifiesta este hombre sensible e intranquilo.
“Estar detrás de un timón requiere de compasión, el resultado lo recibo en la calle con saludos y agradecimientos”, agrega mientras, sin soltar sus llaves, mecaniquea en su centro, donde desde el 2009 ha sido elegido Mejor Trabajador.
La familia como centro
Pequeño de estatura, de tez morena, ojos pícaros y mirada serena habla con orgullo de sus tres hijas e igual cantidad de nietas, también de la esposa con quien comparte alegría hace más de treinta años.
“Ahora la tengo enfermita con sus males de diabetes e hipertensión. Mi casa y las pocas cosas que tiene adentro son fruto de mi sudor, trabajando duro; a mis hijas les dicen las mulitas y lo escucho con honor, porque son laboriosas, además de estar un poquito pasadas de peso”, alega jaraneando, al tiempo que se jacta de no padecer de nada.
“Ah… sí, recuerda, me operaron de la vesícula, pero en lugar de quitármela parece que colocaron otra porque me siento como un niño. A veces la presión arterial quiere hacerse la graciosa al emocionarme, pero anda piana, más bien yo soy quien la asusta, conmigo no se juega, ella tiene que coger su paso”, comenta riéndose mientras rueda una goma para colocarla.
“Nunca he trabajado para alcanzar premios. El Sindicato Nacional de Trabajadores de Transporte y Puertos elevó mis méritos y mire usted, ¡quién iba a decir que este guajiro de Guantánamo, que solo terminó noveno grado, iba a recibir de manos de Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba”!
Emociones
“Guajiro levanta la cabeza”, me dijo el Presidente cuando me estaba poniendo la medalla, ¡qué inyección en sangre!, más esfuerzo y seguir dando el extra, expresa emocionado.
Ese día en su pecho relucía el premio del conductor, cuya labor contribuye con la recaudación y el cumplimiento de los más de 600 viajes pactados. Cuida su camello como la niña de sus ojos; es autor y coautor de innovaciones para garantizar la vida útil del equipamiento, con el consiguiente ahorro por concepto de inversiones y reparación.
Ahí está la recuperación de la planta de fregado de la base de ómnibus, llevaba casi ocho años sin funcionar y fue echada a andar después de hacer él horas voluntarias sin descuidar su labor, razones sobradas para seleccionarlo vanguardia del colectivo desde el año 2008 hasta la actualidad.
Su entusiasmo es tal que cualquiera piensa que no tiene problemas rondándoles, lo puedes encontrar en la cola del módulo en la tienda o del pan, en un acto de entrega de obras sociales, convocados hacia la agricultura, y como albañil en la restauración de locales previos al XX y XXI Congresos de la CTC y del laboratorio Biomolecular del territorio u otros disímiles frentes.
No espera que toquen a su puerta. Después del paso del huracán Gustav se alistó para apoyar en la agricultura con la siembra de cinco caballerías de plátano; de ahí siguió rumbo a reparar escuelas para convertirlas en viviendas.
Sobrados méritos
Cuenta su historial el haber alcanzado, cuatro veces, el galardón de recolector individual destacado en las zafras. Goza de prestigio ante su colectivo laboral, y de la población, así como en su lugar de residencia; es ejemplo de constancia y consagración al trabajo. Preside el CDR 3 de la zona 30 y es militante del Partido.
Ha ocupado diferentes responsabilidades sindicales; acumula como promedio anual 300 horas de trabajo voluntario. Incansable, personifica el paradigma de trabajador pinero, símbolo de laboriosidad.
De héroes como este habrá mucho que decir, especialmente en un año marcado por las urgencias de una economía pobre y asediada. Por eso, Mulo, guajiro, Cuba necesita de tu estirpe.
Vanguardia Nacional por 19 años consecutivos. Vanguardia del centro, desde el 2008 hasta el 2024.
Orden Lázaro Peña I, II y III Grados; Medalla de Hazaña Laboral.
Sello XL Aniversario de la caída en combate del Comandante Ernesto Che Guevara y sus compañeros de lucha; el Sello 75 Aniversario de la CTC, la Distinción José María Pérez Capote. Destacado Municipal de la Anir. Diploma Seguidores de Ricardo Iglesias Paniagua. Sello Gota de Sangre. Delegado al XX Congreso de la CTC, entre otros.