En la tarde de este viernes, desde la Plaza de Marte hasta el parque Céspedes, a lo largo y ancho de la calle Aguilera, las delegaciones evolucionaron con trajes típicos y al ritmo de la contagiosa música caribeña.
El Desfile de la Serpiente, de lo más seguido por el público santiaguero, es la ocasión, junto con el cierre del evento, en la que todos los asistentes se juntan en un abrazo singular que hace notar las confluencias de las expresiones más autóctonas de los pueblos de la región Caribe, en su esencia cultural más que geográfica.
Como es habitual la ceremonia de entrega de la Mpaka, artilugio mágico-religioso que el Festival asume como símbolo de unida y resistencia, se hizo presente en manos de la delegación del Estado de Bahía, Brasil, a quien se le dedica la 43 edición ininterrumpida de la Fiesta del Fuego.
Previo al Desfile, en la sede del Gobierno provincial, autoridades a ese nivel y del municipio santiaguero, dieron la bienvenida oficial a líderes de los grupos artísticos nacionales y extranjeros, ocasión que resultó propicia para hacer entrega de la Llave de la Ciudad de Santiago de Cuba y del Escudo de la Provincia al periodista, poeta y ensayista Waldo Leyva.