Louise Wateridge, representante de la Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos (Unrwa), aseguró que el éxodo coincide con el incremento de los bombardeos israelíes al este de la urbe mientras varios tanques han sido identificados a pocos metros.
«La mayoría de las personas han perdido sus hogares, total o parcialmente, y tienen que huir con muy pocas pertenencias; esencialmente lo que pueden llevar en sus manos», detalló la funcioaria en declaraciones al portal de noticias de la ONU.
Wateridge citó testimonios de palestinos preocupados por la llegada de una hambruna provocada.
Como consecuencia, los desplazados se ven obligados a alimentarse con hojas de árboles o sólo tiene harina para sobrevivir.
«Las mujeres embarazadas y las personas con discapacidad se encuentran entre los más vulnerables, ya que no pueden moverse fácilmente durante los desplazamientos forzados, además de una gran preocupación por miles de niños no acompañados y separados», dijo además.
La Unrwa manifestó su preocupación por la falta de combustible, suministros de ayuda y de seguridad para mantener sus operaciones, consideradas las más importantes para los palestinos desplazados.
El organismo advirtió sobre las penurias para su personal en general, «que a su vez está luchando por sobrevivir durante esta guerra».
Según la ONU, mientras el cruce de Rafah continúa cerrado resulta imposible recoger ayuda humanitaria en el paso de Kerem Shalom para distribuirla dentro de Gaza debido a la falta de orden público y seguridad, así como a las hostilidades en curso, carreteras dañadas, escasez de combustible y restricciones de acceso.
Durante todo el mes de junio, las autoridades israelíes permitieron menos de la mitad de las 115 misiones de asistencia humanitaria planificadas al norte de Gaza.
Más de un tercio sufrieron impedimentos; a casi el 10 por ciento se le negó el acceso; y alrededor del nueve por ciento fueron cancelados por razones logísticas, operativas o de seguridad, confirmó este lunes Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres.