El 65,8 % de las compras totales del sistema turístico cubano para asegurar la sostenibilidad del sector corresponden a la industria nacional.
Esto –aseguró a Granma Pilar Álvarez Azze, directora general de Mercadotecnia del Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur)–, demuestra que el sector continúa siendo el principal agente dinamizador de la economía y un importante motor impulsor de los encadenamientos productivos.
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No obstante, consideró que aún no se explotan todas las potencialidades de cada territorio para aportar al desarrollo turístico del país.
«Hoy se sustituyen importaciones en los servicios de los sistemas tecnológicos; así como en la producción de insumos, alimentos y bebidas, solo importando lo que no se produce en el país», destacó la directiva.
Agregó que los efectos directos del bloqueo recrudecido y las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 afectaron tanto al turismo como a la industria nacional, por no disponer de los recursos financieros en el momento oportuno.
Por ello –dijo–, el reto que se plantea el sector es brindar un servicio de excelencia y avanzar en el desarrollo del turismo.
Álvarez Azze significó que las formas productivas nacionales constituyen una alternativa viable para garantizar los suministros de productos agrícolas frescos y procesados que requiere la operación turística.
De forma general, precisó que se han realizado contrataciones con más de 1 200 de estas formas (cooperativas de créditos y servicios; de producción agropecuaria; productores independientes; unidades básicas de producción cooperativa y proyectos de desarrollo local), con entregas de más del 25 % de lo requerido por el sector.