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Bancarización: Respuesta táctica y estratégica (Separata Economía)

En la bancarización la autoridad bancaria no desconoce ni justifica sus propias insuficien­cias. Trámites engorrosos y con poca agilidad, alta fluctuación laboral en las sucursales ban­carias, en ocasiones trato inadecuado al públi­co, escasez de personal, sobre todo en las cajas, son algunas de ellas, las cuales se combinan con la crisis energética del país e inciden en la mala calidad del servicio y dificultan también la bancarización.

Foto: Heriberto González Brito

No obstante, en el último período el siste­ma bancario ha actualizado los contratos de cuenta corriente del 93,2 % de las entidades estatales, el 79,5 % de las formas de gestión no estatal y el 53 % de los trabajadores por cuenta propia, lo cual incluye las frecuencias en el depósito de efectivo.

“Hay falta de disciplina. En ningún lugar del mundo a nadie que posea un comercio se le ocurriría no depositar en su Banco o de­jar de pagarle al fisco”, indicó Rosa María Abrantes Fouz, directora de sistemas de pago del Banco Central de Cuba (BCC).

Desde que entró en vigor la Resolución 111 el Banco ha identificado 10 mil 539 entidades que de una forma u otra han estado incum­pliendo la legislación; de esas se han atendido 7 mil 275, y contra 5 mil 462 se ha actuado, ya sea con una paralización de sus operaciones, blo­quearles temporalmente sus cuentas o proponer otras acciones por evasión fiscal.

También constituye una violación la exi­gencia que algunos comercios hacen a su clien­tela de pagar con billetes de denominaciones altas o de cobrar un porcentaje adicional al precio de la mercancía cuando se paga por vía electrónica. Estas y otras irregularidades de­ben ser denunciadas ante las autoridades ban­carias y del comercio interior.

El Banco Central ha habilitado un teléfono donde las irregularidades se pueden reportar. Es el 80022622.

No menos significativos para la bancari­zación son los problemas de infraestructura como las zonas de silencio en la conectividad, una decreciente red de cajeros automáticos con muy alta obsolescencia, cuya disponi­bilidad promedio para dispensar efectivo no supera el 50 %, así como las dificultades financieras y prohibiciones del bloqueo del Gobierno de Estados Unidos que impiden también la compra de terminales de punto de venta (TPV), los llamados POS.

“Para muchos la bancarización no ha avan­zado al paso acelerado que se quería, pero no solo las estadísticas demuestran que hay un resultado. Se ha logrado algo importante: la sensibilización, la concientización de institu­ciones, organismos, del propio Gobierno”, eva­luó Roxana Teresita Montero Beltrán, experta del BCC.

“Antes de iniciar este proceso para la ma­yoría de las personas bancarizar era tener una cuenta y una tarjeta. Se veía solo como el acce­so, y no por el uso y la calidad. Ya eso se sabe y se domina”, amplió Montero Beltrán, quien no obstante observó que todavía hay una baja educación financiera y digital de la población y los actores económicos, para lo cual existe una estrategia nacional desde el año 2023 en la que actúan numerosos organismos.

Las provincias con mayores crecimientos en los pagos electrónicos, de acuerdo con las es­tadísticas del BCC, son La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.

Para el futuro inmediato, explicó Julio An­tonio Pérez Álvarez, director general de Opera­ciones y Sistemas de Pago del BCC, hay un gru­po importante de zonas que se quieren declarar bancarizadas. Las áreas de comercialización relevantes de la capital y sus 93 mercados agro­pecuarios van a tener una vigilancia perma­nente en este sentido, donde haya presencia de entidades bancarias, Etecsa, los Joven Clubs y otras que puedan ayudar en este salto.

“La bancarización por sí sola no va a so­lucionar los problemas de la economía cubana, pero sí es una respuesta táctica y estratégi­ca que puede resolver muchos de ellos. Es un proceso que transparenta las operaciones de las instituciones y de las personas, y las fa­cilita, como ocurre con servicios básicos: la electricidad, la telefonía y el agua, que ya se pagan digitalmente por un elevado porcen­taje de la ciudadanía”, redondeó el directivo. (Francisco Rodríguez Cruz)

 

Los tropiezos no detienen el camino

Alina Martínez Triay

Hace unos días un colega ya re­tirado me comentó que una hora después de estar en la cola del cajero electrónico para cobrar su jubilación le anunciaron que se había agotado el efectivo y era ne­cesario esperar todavía más para que lo repusieran.

Mientras, otra persona que se encontraba allí esperando le contó sobre un exitoso operativo policial realizado en su provincia natal, en el que se capturó al autor del robo con fuerza en la vivienda de un trabajador por cuenta propia de la que sustrajo nada menos que 5 mi­llones de CUP. Comentó el narra­dor que los vecinos de la víctima, consternados, apoyaron la investi­gación del caso, ya que esta tenía una panadería y con ese dinero pretendía importar un contenedor de harina de trigo para producir alimentos que beneficiaran a la población de la zona.

Concluida la historia, el que la contaba le dijo a mi colega ¿te imaginas a la cantidad de jubila­dos que podrían haberle pagado si ese trabajador no estatal en lugar de guardar el dinero debajo del colchón lo hubiera depositado en el Banco?

El episodio tiene varias lectu­ras pero una de ellas es el fenó­meno que se está presentando de acumulación de efectivo fuera del Banco, lo que además de afectar la bancarización constituye, como lo demostraron los hechos, un riesgo.

Cierto es que estos actores económicos tienden a hacer gran­des operaciones que requieren al­tos montos, para ello lo mejor es acudir a instrumentos de pago que sean más seguros y eficien­tes y ello está regulado ya por el Banco Central de Cuba, aseguran expertos de dicha entidad.

La bancarización, como se ha reiterado, no es un invento cu­bano, es la adecuación a las con­diciones de nuestro país de una práctica mundial para manejar con eficiencia las finanzas. A di­ferencia de lo que se empeñan en difundir los que desvirtúan nues­tra realidad el modelo cubano no elimina el efectivo, la intención es minimizar su uso, con vistas a la disminución gradual de su cir­culación, que resulta muy costosa por la impresión, el transporte y la manipulación.

Tampoco es un proceso obli­gatorio ni forzado sino que avanza gradualmente en los lugares donde existan condiciones. Independien­temente de los obstáculos deriva­dos de las limitaciones económi­cas que nos agobian, no hay dudas de que la posibilidad de efectuar desde la comodidad del hogar pa­gos de los servicios telefónicos, de electricidad, gas, agua y otros, ha sido muy bien recibida para quie­nes anteriormente tenían que ha­cer colas para realizarlos y es una forma de pago que está disponible a cualquier hora, todos los días del año. Otra ventaja es el pago de tri­butos por esta vía lo que le otorga transparencia a este acto y con­tribuye a disminuir la evasión de impuestos.

Podría confeccionarse un lis­tado de las acciones de quienes violan lo normado para obtener provecho, como los que en los co­mercios no exponen el código QR con cualquier pretexto para no pa­gar al cliente la comisión del 6 %establecida como medio de esti­mular su uso, o cobran un porcien­to al cliente para aceptar los pagos por estos canales, o se aprovechan de las colas en Bancos y cajeros para vender CUP en efectivo a cambio de transferencia por mon­tos más altos, por mencionar algu­nos ejemplos.

La bancarización es un pro­ceso irreversible en la economía cubana, está enfocada dentro del proceso de informatización de la sociedad y tiene como centro a las personas, facilitarles la vida, aun­que por el momento las dificulta­des no permitan lograr este pro­pósito en cuya solución se trabaja intensamente a pesar de las limi­taciones.

Lo que no se puede permitir es la existencia de indisciplinas e ilegalidades que desvirtúen su razón de ser.

 

Beneficio para todos

José Antonio Pérez Pérez*

La bancarización está entre las prioridades de la CTC. Al movi­miento sindical le corresponde, por una parte, exigir el cumplimiento de lo establecido en las resoluciones 111 del Banco Central de Cuba y 93 del Ministerio de Comercio Inte­rior, ambas emitidas el pasado año.

La primera norma, la bancari­zación de las operaciones, a través de los canales electrónicos de pago, dispone las acciones que aseguren su implementación y viabilicen los procesos de cobros y pagos, inclui­dos todos los actores económicos y su relación con la población.

La segunda dispone como re­quisito para los establecimientos comerciales poseer las facilidades de pago por las pasarelas naciona­les o terminales de punto de venta para la comercialización de bienes y prestación de servicios.

Esto refuerza los derechos de los consumidores cuando concu­rran a alguna de las unidades del sector y de subordinación local con pago electrónico en el país, o de todo actor económico estatal y no estatal que realiza las actividades rectoreadas por ese ministerio.

Es fundamental la prepara­ción de los trabajadores sobre las ventajas del uso de las pasarelas de pago electrónico, para lo cual exis­ten distintas vías como el apoyo de los Joven Clubs de Computación y Electrónica. Insistir en ello y propi­ciarlo es una responsabilidad com­partida entre los sindicatos y las administraciones.

Es importante instruir sobre las plataformas electrónicas como Transfermóvil o EnZona y sus ven­tajas para hacer trámites bancarios o pagos, en medio de una compleja situación socioeconómica, en la que es cotidiana la escasez de efectivo.

Que conozcan asimismo que permite una mayor transparencia en las operaciones de las formas de gestión no estatales y evitar de esa manera la evasión de impuestos que son ingresos necesarios para el presupuesto estatal. Es bueno re­cordar que en Cuba ya hay más de 11 mil micro, pequeñas y medianas empresas privadas.

Ese debe y tiene que ser un tema recurrente en las asambleas de afi­liados y trabajadores, así como tam­bién de preocupación y ocupación de las estructuras sindicales, en los diferentes niveles, para acompañar el proceso y evaluar sus resultados.

Si bien la bancarización le ofre­ce a la población y a los trabajado­res el uso de tarjetas magnéticas y el pago o transferencias electróni­cas como opción junto al dinero en efectivo, la tendencia mundial es a dejar de emplear este último.

No podemos olvidar las cir­cunstancias en que se lleva a cabo el proceso en Cuba, marcado por el tremendo obstáculo para eldesarrollo que supone el bloqueo de EE. UU. que, entre otras cosas, di­ficulta disponer de las tecnologías más avanzadas para el servicio.

Para nadie es un secreto los problemas de conectividad que su­ceden, la insuficiencia o carencia de la infraestructura necesaria en sitios rurales o de difícil acceso. A eso se une el hecho de que muchos municipios carecen de cajeros auto­máticos.

Aún así es la determinación de la CTC y sus Sindicatos contribuir desde los colectivos laborales, con su respaldo, a avanzar en donde estén creadas las condiciones en la domiciliación de las nóminas del salario, un beneficio que ofrecen los Bancos para efectuar el pago del salario mediante tarjetas de débito.

Aunque en el país hay unos 7 millones de líneas móviles activas, hay que considerar que no todos los trabajadores tienen un móvil, ni tampoco todos los que cuentan con uno tienen servicio de Internet.

Por eso la participación activa de la representación de la CTC y sus Sindicatos en los grupos de trabajo para el control y seguimiento del proceso de bancarización, creados en provincias y municipios, tienen que contribuir a crear una cultura en el uso de las pasarelas de pago, no imponerlas.

*Miembro del Secretariado Nacional de la CTC a cargo de la Esfera Eco­nómica

 

 

 Bancarización: Visibles avatares del dinero invisible

“El uso de los canales electrónicos y los pagos en línea han crecido mes por mes desde que se inició esta nueva etapa de la bancarización”, afirmó Julio Antonio Pérez Álva­rez, director general de Operacio­nes y Sistemas de Pago del BCC.  Ver más

 

De cal y de arena

Son numerosos los criterios de los lectores acerca de la bancarización, por lo general señalan las insuficien­cias de este proceso que es inevitable y marcha no sin tropiezos pero con el oído puesto en las preocupaciones del pueblo para hallarles solución.

Un lector que se identifica como Ángel es categórico: “Aquí en San­tiago, no obstante contar con cajeros automáticos en buena parte de la ciudad la mayoría del tiempo no tie­nen dinero o no tienen conexión. Se habla de bancarización pero ¿dónde se implementa?, ¿cuántos lugares tienen las condiciones para imple­mentarla?, ¿a dónde puedo ir con mi tarjeta o Transfermóvil y comprar alimentos de primera necesidad como viandas, arroz, incluso cárni­cos que no sean tiendas en MLC? Es muy duro pero es así, aquí en San­tiago se puede decir que no existe”.

 

Foto: Joaquín Hernández Mena

Humberto dice: “Es impres­cindible que todos los actores económicos que hoy realizan sus funciones en la sociedad cuba­na le den la oportunidad a cada cliente de escoger el medio de pago que deseen utilizar. Nos debemos al cliente y cuando to­dos entendamos las opciones de la bancarización estaremos en mejores condiciones de ayudar al país y a la economía”.

Manuel plantea: “La cuestión es que cómo los comerciantes o vende­dores pueden aplicar el pago en línea también, eso sí, tendría un gran im­pacto en la bancarización ya que en ese tipo de servicios es que se mue­ven las más grandes cantidades de operaciones del día a día”.

Alkacocha expresó: “Bien por la bancarización, en cuanto al uso de las pasarelas electróni­cas con las múltiples ventajas de pago en su uso, sobre todo como­didad para el cliente. Pero en el Banco no deposito ni un centavo, no tengo garantía ni tiempo para recuperar mi dinero cuando lo necesite”.

Kaisser aseveró: “La bancariza­ción es un proceso que traerá múl­tiples beneficios para todos y no se puede ser reacio al cambio, pero tam­poco debería ser forzado, precisa­mente por las condiciones específicas de Cuba. En Nuevitas, digan lo que digan, su implementación ha dejado mucho que desear. Tenemos dos ca­jeros ubicados en el centro del muni­cipio, casi siempre rotos y cuando no, con colas interminables, muy pocos de los vendedores ya sean mipymes, trabajadores por cuenta propia o estatales aceptan cobrar por medio de transferencias y no hay exigen­cias en ese sentido y para colmo, el Banco, que después de su respectiva cola, no te paga lo que quieres, exi­ge a las empresas el cese de los pagos en efectivo a los trabajadores cuando todavía hay unos cuantos (y hablo de trabajadores, no jubilados que están en una peor situación) que no tienen celular y viven en zonas periféricas donde tienen que caminar kilóme­tros para llegar al cajero”.

Ileana Orland, de Villa Cla­ra opinó que algunos de estos actores económicos, además de tener las plataformas de pagos, estimulan al cliente a usarlas, un ejemplo son Guazú y Maní Bor­mey que aplican el descuento del 6 % del valor del producto por su uso. Pero son muy pocos. Existen muchos que solo te dan un nú­mero de tarjeta para que hagas la transferencia o exponen cual­quier justificación para no utili­zar el pago electrónico.

Las inspecciones o visitas, si se hacen, no son efectivas a menos que sean sorpresivas y ya no digo más. Solo espero que se logre un proceso fluido de bancarización y que ganemos todos. | Selección: Arturo Chang

 

Normas para respetar

La Resolución 111 del Banco Central de Cuba establece las normas banca­rias sobre límites para los cobros y pagos en efectivo en moneda nacio­nal, su depósito, extracción y tenen­cia.

Son sujetos de esta Resolución —precisa el texto— las empresas estatales, organizaciones superiores de dirección empresarial, unidades presupuestadas; cooperativas no agropecuarias; cooperativas agrope­cuarias; productores agropecuarios; agricultores individuales; pescado­res comerciales; micro, pequeñas y medianas empresas; proyectos de desarrollo local; trabajadores por cuenta propia; artistas y creadores; las modalidades de inversión extran­jera y las formas asociativas creadas al amparo de la Ley de Asociaciones.

Además, se precisa que las dis­posiciones de la presente Resolución son aplicables a otras personas natu­rales o jurídicas si estas realizan ac­tividades comerciales y de servicios legalmente autorizadas.

En su sección segunda la Resolu­ción se refiere a los límites para co­bros y pagos en efectivo. Se establece un límite máximo de 5 mil pesos cu­banos por operación para los cobros y pagos en efectivo que se deriven de una relación contractual entre los sujetos de esta Resolución, así como para el incremento de caja chica des­tinada a pagos menores.

Las operaciones de cobros y pa­gos que superen la cifra de 5 mil pe­sos cubanos, se realizan mediante los instrumentos de pagos y títulos de crédito distintos del efectivo, y se prioriza que se ejecuten por los ca­nales electrónicos de pago.

La Resolución 93 del Ministe­rio de Comercio Interior establece como requisito para los estable­cimientos comerciales objeto de inscripción en el Registro Central Comercial de manera temporal o permanente, poseer las facilidades de pago por las pasarelas naciona­les o terminales de punto de venta para la comercialización de bienes y prestación de servicios al consu­midor.

Resulta de aplicación, a las per­sonas naturales y jurídicas que rea­lizan actividades comerciales objeto de inscripción en el Registro Central Comercial.

Se excluyen de lo dispuesto en la presente los establecimientos ubica­dos en las zonas de silencio certifica­das por la Empresa de Telecomuni­caciones de Cuba S.A.

 

Lo que usted debe saber

Bancarización: Se trata de reali­zar todos los pagos de servicios, productos y demás operaciones comerciales y financieras, me­diante el uso de instrumentos de pago y canales electrónicos, preferiblemente, en lugar de uti­lizar dinero en efectivo.

Dinero en efectivo: Son los billetes y monedas metálicas que se ponen en circulación por el Banco Central de Cuba (BCC).

Canales electrónicos de pago: Facilidades tecnológicas que ofrecen los Bancos para el acceso y uso de sus clientes para realizar consultas y tran­sacciones financieras. Los que actualmente se usan en Cuba son: terminales de puntos de venta (TPV) más conocidos por POS por sus siglas en inglés, ca­jeros automáticos, pasarela de pago Transfermóvil que provee Etecsa que incluye el monedero móvil; pasarela de pago EnZona que provee Xetid y Redsa; Ban­ca Telefónica ofrecida por los Bancos; Banca Remota Virtual Bandec, Metro en línea; Banca Remota del BPA.

Código QR: Es un código de respuesta rápida que almacena información codificada y al esca­nearlo desde teléfonos y dispo­sitivos móviles permite realizar las transacciones financieras de forma segura, automática y rápi­da. El código QR facilita no tener que teclear números de cuentas ni móviles a confirmar la opera­ción, lo cual asegura seguridad y rapidez.

Caja extra: Tiene como obje­tivos contar con nuevos puntos de acceso a los servicios finan­cieros, ofrecer una alternativa para la extracción de dinero en efectivo en el mismo lugar donde se realiza la compra de bienes o pagos de servicios, o sea, a tra­vés de agentes no bancarios

| fuente: Banco Central de Cuba

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