A la sombra del axioma hipocrático de que la vida es breve, pero el arte es eterno (Ars longa vita brevis), nació el Conjunto de Música Antigua Ars Longa, fundado y dirigido, desde hace 30 años, por los músicos Teresa Paz y Aland López.
“En esa relación amorosa que tenemos desde muy jóvenes compartíamos también el sueño de crear una agrupación que nos permitiera una mirada diferente a la interpretación musical”, confesó la soprano a esta reportera.
En 1995, apenas un año después de fundado, el grupo se integró a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, convirtiéndose así en la primera unidad artística de la entidad. Desde entonces han trazado un camino fecundo, dentro y fuera del entorno cubano, especialmente como parte del movimiento de estudio e investigación de obras compuestas entre la Edad Media y el Barroco, ámbito en el que Ars Longa ha sido pionero en la mayor de las Antillas.
Música históricamente informada
El Conjunto sirvió de base a un modelo de gestión para la difusión del patrimonio musical en Cuba: “Con ese fin creamos distintas plataformas, entre ellas festivales, eventos y una red de contactos con universidades, profesores, musicólogos, instrumentistas, constructores de instrumentos…, todo en función de investigar, impulsar y desarrollar el Movimiento de Música Antigua (Early Music Movement) con la perspectiva de la interpretación históricamente informada”, explicó.
El concepto de ‘interpretación históricamente informada’ presta especial atención al estudio de las circunstancias que rodean a la obra y su autor: “Se trata de reunir la mayor cantidad de información alrededor de una partitura y ponerla en función de su puesta en escena”, reveló Paz.
Por eso, más allá de la simple lectura de notas musicales, Ars Longa concibe cada concierto como una recreación de los modos sonoros y visuales de su época; toma en cuenta los tratados acerca de en qué lugares sonaba la música, del estudio de las técnicas de ejecución de los instrumentos de entonces, del manejo de las voces, la ornamentación y la proyección escénica de los músicos que, en ocasiones, devienen danzarines, actores dramáticos y hasta comediantes.
“El Movimiento de Música Antigua del cual formamos parte creó una línea de pensamiento y de interpretación que ha influenciado grandemente a la música y continúa haciéndolo, es una visión que ha revolucionado la mirada con que nos aproximamos a las obras compuestas en los diferentes períodos, y que ya no se limita a las obras del Renacimiento o del Barroco; ahora también alcanza a Beethoven y a otros compositores más cercanos en el tiempo”, aseguró.
Legado fecundo y diverso
Con el tiempo, y mucho trabajo, Ars Longa se convirtió en referente mundial en el arte de hacer sonar la música antigua compuesta en la América colonial. Eso ha validado su participación en prestigiosos festivales del mundo y las invitaciones a impartir talleres y conferencias especializadas. La master class más reciente de Teresa Paz y Aland López tuvo lugar el pasado año en la Escuela Juilliard, de Nueva York, academia conocida por su excelencia en la formación de músicos, bailarines y actores.
A lo largo de tres décadas el grupo ha estado vinculado al proyecto de restauración y rescate del patrimonio cultural que impulsa la OHCH, con énfasis en las obras musicales que yacían en cajones y gavetas de diversas instituciones habaneras, así como en la recuperación de instrumentos antiguos, algunos de los cuales fueron reconstruidos gracias a proyectos de cooperación internacional o replicados por expertos cubanos y extranjeros en el taller de luthería de la Oficina del Historiador, otra de las siembras fecundas de la agrupación que contó con el impulso arrollador del Historiador de la Ciudad Eusebio Leal Spengler.
“Todavía recuerdo la ilusión con que Eusebio Leal nos habló aquel día en que llevamos a su oficina el arpa que habíamos fabricado. Ahí mismo comenzó a soñar con todo lo que podíamos hacer si tuviéramos un espacio adecuado para ello y surgió la idea del taller que finalmente se construyó en una esquina de la Plaza Vieja”, narró Paz.
Pero hacer justicia al legado de Ars Longa requiere mencionar también la vocación pedagógica que le distinguió desde el principio, su compromiso medular con esa academia de la cual bebieron y que han enriquecido incesantemente con investigación, socialización de saberes y formación de nuevos talentos.
La Orquesta Barroca de la Escuela Nacional de Música; así como los conjuntos Exulten, de Bayamo, y Ars Nova, de Santa Clara, son apenas tres ejemplos de agrupaciones que han surgido como resultado del quehacer iniciado por Ars Longa.
Iglesia de Paula, sede y epicentro de un convite mayor
El desarrollo del Movimiento de la Música Antigua en Cuba permitió organizar temporadas temáticas en la sala de conciertos de la Iglesia de Paula, espacio arrebatado a las ruinas y reacondicionado para que sirviera de sede permanente al Conjunto.
En el inmueble se ubicó un órgano restaurado, similar al que debió sonar en tiempos de la colonia. Fue así que la pequeña pieza de muros de piedra se convirtió entonces en epicentro de un convite mayor: los Festivales de Música Antigua Esteban Salas.
Bautizar al evento con el nombre del otrora Maestro de Capilla de la Catedral de Santiago de Cuba hizo justicia al compositor, a su obra, y también a los primeros años de la agrupación anfitriona, cuando interpretaban villancicos, cantadas y pastorelas de Salas que bien representan el frondoso repertorio del Barroco Americano.
Los festivales de música antigua prestigiaron los escenarios habaneros. El programa de cada año incluía actuaciones de agrupaciones nacionales y extranjeras. Los músicos invitados, además de traer un repertorio de excelencia, impartían clases magistrales y talleres a sus colegas cubanos, profesionales y estudiantes.
Tres décadas después siguen soñando
Ars Longa es un proyecto vivo, está en Cuba y también en cada uno de los lugares donde se encuentren sus músicos, sentenció Teresa Paz, quien ha realizado estudios en el Pontificio Instituto de Música Sacra, de Roma, junto a su esposo Aland López, los cuales han sido vitales para mantener el rigor en el estilo y repertorio de la agrupación.
Actualmente los líderes fundadores de Ars Longa radican en España. Allí Paz realiza un doctorado mientras López completa una maestría y perfecciona sus saberes acerca de los instrumentos antiguos de cuerdas pulsadas. Desde Galicia coordinan el desempeño del Conjunto, auxiliados por su equipo de trabajo, especialmente el fagotista Abraham Castillo, quien permanece en la capital cubana.
También dirigen la capacitación de los nuevos ingresos, y el proyecto sociocultural de apreciación musical que desarrollan en la Habana Vieja, el cual incluye presentaciones periódicas en las escuelas de la comunidad, actividad que esperan poder extender a otros municipios.
“Queremos organizar una nueva edición del Festival de Música Antigua Esteban Salas, pero aún no tenemos fecha pues debemos prepararlo muy bien. Las condiciones han cambiado con respecto a años atrás, necesitamos asegurar una infraestructura acorde a estos tiempos, de manera que el evento permanezca como lo que siempre fue, una fortaleza para el movimiento en Cuba”.
¿Qué se puede hacer?
Como parte de la celebración por los 30 años de fundados, el Conjunto de Música Antigua Ars Longa ha previsto un concierto que tendrá lugar el venidero viernes 21 de junio en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís.
El evento comenzará poco antes de las seis de la tarde con una “fanfarria de ministriles” en el exterior de la sala. La fanfarria es una breve pieza musical de gran fuerza y brillantez que en la época medieval usualmente se utilizaba con fines ceremoniales. Era interpretada por músicos de las cortes reales que tocaban instrumentos de viento-metal y de percusión.
Una vez que el público esté dentro de la sala comenzará Che si può fare, expresión del italiano que se traduce como ¿Qué se puede hacer? y que da título a una selección de pequeñas piezas musicales compiladas en el libro, de 1607, Scherzi musicali, de Claudio Monteverdi (1567-1643). Incluye madrigales y otras piezas musicales inspiradas en temas amorosos, burlescos, y eróticos, adelantó Teresa Paz.
“Además de las voces, se escucharán el arpa, el laúd renacentista, flautas de pico, sacabuche, bajón, chirimías…, instrumentos que Ars Longa hizo sonar por primera vez en Cuba y que ha incorporado con su trabajo de tres décadas al panorama sonoro de la música en Cuba”, concluyó la directora fundadora de la agrupación.