Ya no le caben más juegos al calendario. Son 75 y solo ocho equipos continuarán la pugna por las medallas en una postemporada que ojalá la lluvia no sea la protagonista, pues apenas tendremos un mes para celebrarla en pos de que no coincida con el inicio de los Juegos Olímpicos de París.
De un año a otro, hay dos equipos grandes que se recuperan y respiran tranquilos como favoritos para los play off: Pinar del Río y Granma. Los vueltabajeros finalizaron en el puesto 14 en la pasada campaña y esta vez han liderado de punta a punta. Su frase preferida estriba: “Todos los caminos conducen al tabaco”.
Mientras tanto los alazanes concluyeron duodécimos en la 62 Serie y ahora parecen recordar a sus rivales: “Nunca que hemos llegado a discutir un título perdemos. Y tenemos cuatro”. Por supuesto, total respeto piden los actuales campeones de Las Tunas, quienes impresionan ya con su clasificación, a pesar de 11 encuentros pendientes de celebrar. Ellos cantan: “Repartimos leña y ganamos campeonatos”.
Mucha confianza en un cuerpo de dirección encabezado por Eddy Cajigal llevó a Santiago de Cuba a volverse a incluir entre los aspirantes al podio. Le dieron el tiro de gracia a los Industriales en el mismísimo Latinoamericano y ahora repiten: “Las avispas pican y pican por las medallas”.
Detrás de estas cuatro formaciones seis elencos luchan por los cuatro boletos restantes. Las mayores opciones siguen estando en los capitalinos, avileños, matanceros y espirituanos, que con una o dos victorias (en dependencia de la situación) asegurarían prender sus estadios desde el 23 de junio. No obstante, guantanameros y villaclareños solo piensan en ganar porque las matemáticas todavía les dan opciones de avanzar. Es muy difícil, pero no imposible.
Ideas adelantadas
La postemporada tiene como ingrediente adicional que dejará a los seis punteros equipos con pasaporte a la tercera versión de la Liga Élite. Un detalle cobra vital importancia, los dos primeros lugares de esta ronda preliminar tendrán boleto directo, pues de caer en cuartos de final serían quintos y sextos, respectivamente.
Desde la experiencia de anteriores postemporadas (la afición repleta estadios) sugiero con tiempo que cada gobierno territorial haga de esos encuentros una fiesta, con aseguramiento mínimo en cuanto a alimentos, seguridad e iniciativas.
¿Por qué en cada partido no se invita a una gloria a lanzar y batear la primera bola? ¿Será tan complicado rifar pelotas y otros suvenires a los primeros aficionados que lleguen al estadio, a los más creativos, a las pe- ñas más entusiastas? ¿Se podrá finalmente usar la pizarra del Latino para hacer un espectáculo con interacción de los aficionados? ¿Podremos elegir los jugadores más valiosos de cada partido y de cada ronda?
No hay almirantes, tampoco descubrimientos, pero sí una voz similar: “Play off a la vista…”.