Ciego de Ávila.—El presidente de honor de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), Ernesto Guevara de la Serna, tiene una guerrilla seguidora de su legado que nunca ha bajado la guardia desde que el entonces ministro de Industrias inaugurara, en 1963, la fábrica de cepillos y artículos plásticos Juan Antonio Márquez, en esta ciudad.
Con sucesivos triunfos en la batalla económica, ganó la categoría de empresa y ha mantenido la exclusividad en Cuba como productora de artículos plásticos para la higiene.
“Los productos con la marca comercial Cepil están presentes en la casa del cubano porque en el país 24 entidades transforman el plástico, pero útiles del hogar solo fabrican nuestros trabajadores”, destaca Oscar Morales Jiménez, director general de la entidad.
Cepileros ingeniosos
Fructíferas estrategias que cambian para bien las variables del clima laboral, influidas por el desabastecimiento de materia prima de importación, caracterizan el día a día de un colectivo que va por más, de la mano de la innovación.
La Anir y las Brigadas Técnicas Juveniles cuentan allí con los aportes de Richard Yera Aguilar, quien, junto a compañeros de labor, reanimó una máquina de inyección que amenazaba con apagar su vida útil.
“Solo unas horas estuvo paralizada la producción, porque le dimos rápida solución a la avería mediante la creación de un circuito con diodos que restableció el funcionamiento de las válvulas al proporcionarle el voltaje adecuado al equipo”, comenta el especialista en Sistemas Automatizados.
En calidad de secretario general de la sección sindical en el área de mantenimiento y maquinado, afirma que “es gratificante representar a mi empresa en el movimiento sindical, con el cual estoy aprendiendo y se requiere trabajar con espíritu innovador en su funcionamiento orgánico”, enfatiza el también miembro del Consejo Nacional de la CTC; de 24 años de edad.
Entusiasta y emprendedora es Leidys Madroñal Guerra como especialista principal de transporte. Ejemplifica que “creamos una planta para el fregado de los carros, costosa prestación de servicio que recibíamos en instalaciones arrendadas”.
Omar Osorio Mirabal es el máximo encargado de darle vitalidad a lo que le llaman el corazón de la industria. “Si no fuera por nuestro taller de recuperados estuviera paralizado el proceso productivo, pues aquí procesamos los residuos propios y los provenientes de Suchel y de otros lugares para utilizarlos como sustitutos de la materia prima virgen con la que ya casi no contamos.
“Todos estos equipos constituyen inventivas. Hoy preparamos una máquina que nos permitirá hacer los monofilamentos para las escobas y los cepillos, entre otros renglones”.
Argumenta al respecto Orlando Rivero Jiménez, presidente del Comité de Innovadores, que tales logros forman parte de la implementación en la empresa de la economía circular, uno de los resultados de mayor impacto entre las más de 400 innovaciones que contribuyeron a que el colectivo atesore varios reconocimientos como el Premio Nacional de Innovación Tecnológica y la condición de Vanguardia Nacional.
Cepil va por más
Además de ingeniosos ante las limitaciones de los recursos energéticos y el déficit de piezas de repuesto, los cepileros no solo le dan respuesta a lo inscripto en el banco de problemas, sino que aprovechan las oportunidades para una gestión más eficiente de los recursos humanos.
Un ejemplo: “A partir de marzo del presente año aplicamos el Decreto 87 con cuyas ventajas crecen las ventas, la productividad y el salario medio mensual que debe llegar a 10 mil pesos al cierre del primer semestre”, opina Oscar Morales Jiménez.
Otras conquistas tienen más optimista a Marisela Coca Vega, secretaria general del buró sindical. “Celebramos las actividades de homenaje al 22 Congreso de la CTC y al natalicio de nuestro fundador y querido Comandante Ernesto Che Guevara, con la atención médica y estomatológica a los trabajadores en nuestro centro laboral y la creación aquí de una casa de cultivos”.