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Curiosidades de una Serie

Cuando seis equipos parecen en­rumbados hacia la postemporada sin grandes contratiempos: Pinar del Río, Las Tunas, Granma, Indus­triales, Santiago de Cuba y Ciego de Ávila; en tanto otros cinco todavía luchan por las dos plazas vacantes, nada mejor que acercarnos a deta­lles o curiosidades pocas veces vis­tas por seguidores, críticos, técnicos y hasta especialistas del béisbol.

 

Foto: Roberto Morejón

Empecemos por el bateo. Si bien la proporción de lanzadores zurdos es muy baja con respecto a los derechos, llama la atención que siete conjuntos bateen más contra los llamados “de la mano equivo­cada”. Son ellos Artemisa (317 por 313 frente a derechos), Camagüey (326 por 289), Guantánamo (295 por 289), Holguín (271 por 249), Isla de la Juventud (280 por 273), Las Tu­nas (337 por 325) y Matanzas (354 por 317). ¿Conocerán esta estadísti­ca los mentores a la hora de traer un relevo zurdo para dominar?

Seguimos con la ofensiva. Solo siete cuadrangulares han podido dar los bateadores emergentes en esta campaña. Estos turnos son de gran tensión porque se viene frío del banco en busca, la mayoría de las veces, de ese batazo grande o de una conexión para impulsar carrera o adelantar corredores.

Los Alazanes de Granma son los más afortunados en este aspecto, ya que tres hombres han podido des­pachar la esférica fuera del parque en esa situación: Leonardo Alarcón, Pedro Almeida y Guillermo García. Sin embargo, un pinareño, Frank Raúl González, es el único que lo ha hecho dos veces en la Serie. ¿Podrá decirse que es el emergente de oro de la cotienda?

Muy cercano a ellos están los bateadores designados, turno que se reserva para peloteros de average y de fuerza, que quizás no encuentren el hueco oportuno al campo por sus limitaciones a la defensa o porque tengan un rival más integral en la posición que pueden desempeñarse.

Lo curioso aquí es que los Ala­zanes de Granma es el equipo que menos designados ha tenido, pues Alfredo Despaigne ha sido un ti­tular de lujo, y cuando no está solo otros tres peloteros han cumplido esa función. En la cara opuesta, casi todos los equipos han emplea­do entre seis y 13 jugadores en ese rol, con Industriales y Mayebeque los que más nombres han probado. ¿Poca confianza en su potencial o pura improvisación?

La velocidad en función de la ofensiva no es solo el robo de bases, pero esta acción es un arma mortal que ayuda a construir carreras y a no pocas victorias. En esta tempo­rada la efectividad ronda los 57 %, pero unicamente dos equipos supe­ran los 80 intentos con índices de ca­lidad muy buenos. Son ellos Holguín (67 % de sus robadores logran llegar quieto) y Santiago de Cuba (62,3 %).

Quizás sea esa estadística una de las pocas de calidad de la Se­rie Nacional si lo comparamos con otras ligas profesionales (donde ha disminuido bastante esta juga­da), aunque la cara opuesta es que muestra la pobre defensa de los receptores y el poco cuidado de nuestros lanzadores a los corredo­res en las almohadillas. ¿Se roba más por habilidades de nuevos ta­lentos o por deficiencias técnicas?

Por supuesto, no podía faltar una curiosidad de pitcheo. Los staff de lanzadores se dividen en abri­dores, relevistas cortos y largos y cerradores. Esta teoría se desvane­ce muchas veces y si no que lo di­gan los mentores de Industriales y Guantánamo que han tenido que usar en funciones de relevistas a 18 serpentineros. En el caso de los azules sumó dentro de ese número a dos jugadores de posición Roberto Acevedo y Jorge Enrique Alomá.

El más serio y con una lista más reducida para auxiliar a los abrido­res ha sido Ciego de Ávila con ape­nas 10 relevistas, seguido por Gran­ma con 11. ¿Algún día podremos lograr la ansiada especialización en el pitcheo cuando lo mismo vemos a un abridor que releva o un cerrador en función de abridor?

Todo lo escrito hasta aquí y más son pinceladas de un cam­peonato minado por la constante entrada y salida de peloteros a las nóminas, a partir de contratos en el exterior que se negocian o el regreso puntual de figuras con experiencia en ligas profesiona­les. Ya se acercan los play off y comienzan los vaticinios sobre un posible campeón. Sin descubrir el agua tibia, pinareños, tuneros y granmenses se adelantan en cual­quier cálculo. ¿Será ese el podio?

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