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Yunior Yuri: El compromiso del futbolista cubano

Ser futbolista en Cuba requiere de mucho más que esfuerzo, talento y sacrificio. Quizás un poco de suerte para ser “ojeado”, o el afán de perseguir el sueño: “hacer el golazo del siglo”. Los pocos que lo logran sienten profundo agradecimiento con la vida, como Yunior Yuri Pérez.

Yunior integra las filas del combinado nacional de fútbol desde 2021, formando parte del proceso del profesor Pablo Elier Sánchez y ahora de Yunielys Castillo. El joven de 23 años se ha hecho valorar debido a su polivalencia, elemento que lo destaca por encima de sus otras cualidades.

Actualmente destaca en la Primera División de la Liga de Guatemala, país donde reside lejos de sus familiares y amigos en busca del sueño profesional. Como es común en esta serie de entrevistas, la distancia prima, pero no define el interés de los entrevistados a la hora de contar sus historias.

– A diferencia de algunos jugadores en la selección, usted realizó el tránsito desde las juveniles hasta la absoluta ¿cómo fue ese primer llamado a la convocatoria de mayores en marzo del 2021? ¿Había algún presagio?

La verdad si lo esperaba porque ya desde la sub 20 me habían hablado sobre las posibilidades de ingresar a una preselección para las eliminatorias mundialistas. La concentración se hizo en enero y duró hasta marzo, cuando se hizo el equipo y quede entre los 23 convocados. Esa fue la sorpresa porque sabía que tendría mi momento, pero nunca lo esperé tan rápido. Fue una gran alegría.

– A partir de ese momento se ha mantenido como un habitual en la selección, aunque rotando por diferentes posiciones. Lo hemos visto jugador de pivote, de central e incluso de lateral. ¿En qué posición se siente más cómodo? ¿Y cómo trabaja usted esa polivalencia?

A mí me gusta más jugar en la media cancha, ya sea pivote o volante ofensivo. Pero para ser honesto, en cualquier posición me siento feliz porque me encanta jugar al futbol. No tengo ningún inconveniente en desempeñar una posición que no sea la habitual y siempre se lo he hecho saber a los entrenadores, incluso en un campeonato juvenil fui arquero, con buen desempeño. El entrenador Pablo Elier casi siempre me ponía de central y en una ocasión me comentó la necesidad de actuar como lateral, yo le dije que no tenía problema con eso y entonces me dio la oportunidad ahí. Mientras sea para ayudar al equipo siempre me dispongo a hacerlo bien, donde me den la chance.

– En una entrevista concedida a la periodista Yanelis Matos dijo que la mejor edad para saltar al profesionalismo eran los 21 años, precisamente con esa edad llega usted al fútbol de Guatemala ¿cómo fue ese salto al profesionalismo? ¿Le costó adaptarse?

En el fútbol moderno cada día se hace más evidente que los jugadores de 16 y 17 años ya juegan al más alto nivel y eso da una perspectiva sobre cómo se desarrolla el deporte. Gracias a Dios, se me dio la oportunidad de poder jugar profesionalmente en Guatemala. Fue a través de un representante que contacté, la federación también me ayudó en ese tema y pude firmar el contrato. En lo personal, no me costó mucho adaptarme porque tenía un poco de conocimientos sobre cómo se desarrollaba el fútbol acá. Karel (Espino) y (Yasniel) Matos llevaban un año en la liga y me dieron ideas sobre el funcionamiento de la Liga. Pude adaptarme rápido y gracias a Dios me han salido las cosas bien hasta el día de hoy.

– ¿Suelen mantener ustedes una comunicación asidua en Guatemala? Cómo están lejos de sus familiares, ¿encuentran cierto apoyo entre los jugadores cubanos de la misma liga?

Sí, así es. Siempre nos estamos escribiendo y felicitando cada vez que alguno hace un gol o gana algún partido crucial. También nos reunimos un día antes de salir para alguna convocatoria y así nos mantenemos siempre.

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