El pasado abril marcó la más elevada temperatura alcanzada por ese mes desde que se tienen registros, convirtiéndose además en el undécimo mes consecutivo donde se establecieron temperaturas récord a nivel mundial.
Así lo informa un artículo recientemente publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su página web oficial, que hace referencia al último reporte mensual del Servicio Europeo de Cambio Climático de Copernicus (C3S).
La información divulgada destaca la extraordinaria duración de las temperaturas récord alimentadas por el fenómeno natural de El Niño y la energía adicional atrapada en la atmósfera y el océano por los gases de efecto invernadero (GEI) generados por actividades humanas. Una racha de similares características ocurrió anteriormente durante el fuerte evento de El Niño de 2015-2016.
En el reciente abril la temperatura media del aire en superficie fue de 15,03 grados centígrados (°C), lo cual equivale a 0,67 °C por encima de la media de abril del período 1991-2020 y 0,14 °C por encima del máximo anterior establecido en abril de 2016, según el conjunto de datos computados y procesados por Copernicus.
Este 2024, abril fue 1,58 °C más cálido que una estimación de la temperatura promedio de ese mes para el período 1850-1900, que es la etapa de referencia preindustrial establecida internacionalmente.
Es de señalar que, de acuerdo con los especialistas en la materia, en un mundo más cálido resulta también más probable el incremento de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, que ocasionan efectos devastadores y mortales, como como es el caso de las olas de calor, las lluvias y sequías intensas y prolongadas.
Las temperaturas registraron grandes diferencias en Europa; pero superaron el promedio en Groenlandia, el norte y noreste de América del Norte, el este de Asia, el noroeste de Medio Oriente, partes de América del Sur y la mayor parte de África.
India sufrió repetidas olas de calor en abril y principios de mayo; la temperatura más alta, de 47,2 °C, ocurrió en Bengala Occidental el 30 de abril. Tailandia registró muchos nuevos récords de temperatura, por ejemplo, 44,1 ºC en Mueang Phetchabun Phetchabun; y en Myanmar se registraron igualmente récords nuevos: 48,2 °C en Chauk.
México también registró temperaturas inusualmente altas: 45,8 °C el 2 de mayo en la estación Gallinas, ante una temperatura promedio de 34,1 °C en ese mes.
En cuanto a las precipitaciones, en Europa predominó la media en la mayor parte del noroeste, centro y noreste, mientras en el sur estuvieron por debajo. Las condiciones fueron más húmedas que el promedio en el centro, este y sur de América del Norte, Asia Central, los países del Golfo Pérsico, este de Asia, este de Australia y el sur de Brasil. Las fuertes lluvias a menudo provocaban inundaciones.
Las zonas marítimas no quedan exentas de los efectos ocasionados por las altas temperaturas que impactan nuestro planeta: «La temperatura de la superficie del mar en varias cuencas oceánicas, incluso en el cinturón tropical, sigue siendo récord, liberando más calor y humedad a la atmósfera y, por lo tanto, exacerbando las condiciones», afirmó Álvaro Silva, experto en clima de la OMM.
Los informes precisan que las temperaturas del aire marino en general se mantuvieron en un nivel inusualmente alto, aún cuando el fenómeno de El Niño en el Pacífico ecuatorial oriental continuó debilitándose hacia condiciones neutrales.
La temperatura global de la superficie del mar promediada para abril de 2024 en la franja 60°S-60°N fue de 21,04 °C, el valor más alto históricamente registrado para ese mes, aunque ligeramente por debajo de los 21,07 °C computados en marzo de este propio año.
El hielo marino del Ártico se extendía cerca del 2 % por debajo del promedio, anomalía pequeña comparada con los años anteriores; pero en la Antártida estuvo 9 % por debajo del promedio, décima extensión más baja para abril y continuidad de anomalía registrada desde 2017.
Sobradas razones tienen los científicos cuando advierten que en el 2024 podrían ser batidos récords de altas temperaturas por segundo año consecutivo.
Finalmente, resulta conveniente hacer referencia al Acuerdo de París sobre Cambio Climático (adoptado en el 2015), que establece limitar el alza de las temperaturas globales a 1,5 °C en el presente siglo.
Al respecto, la OMM considera necesario aclarar que, no obstante las mencionadas infracciones mensuales de 1,5 °C ya ocurridas, el objetivo establecido por el Acuerdo de París mantiene su vigencia, puesto que se refiere a un aumento de la temperatura global a largo plazo durante décadas, suceso no ocurrido hasta el presente.
Evitar ese aumento de temperaturas a largo plazo, advertimos nosotros, es hoy un reclamo de la humanidad que aún no recibe la necesaria y efectiva respuesta por parte de la comunidad internacional.
(Con información de sitios web de la OMM y Noticias ONU)
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