A propósito de estar las afectaciones en más o menos 1000 MW en estos últimos calurosos días, en redes sociales hay referencias a que “quitan la corriente”, lo cual en algunos contextos parecen decir que es un capricho o que el gobierno lo hacer para irritar y buscarse problemas con la gente.
No obstante, Marta Cárdenas Yanez considera:
No, no lo creo así, pero no tienen posibilidades de revertir la situación por mil causales.
Y José Ángel Aguilera Tamayo valora:
Hay que ser muy reaccionario, muy cómplice o muy ingenuos para pensar que a alguien en nuestro país con capacidad de decisión, le convenga está situación.
Solo remítanse a los principios que sustentan el bloqueo, formulados desde la década del sesenta y escamoteados por los análisis simplistas de los que opinan sesgadamente y descontextualizan todo a su conveniencia.
Entre la proliferación de quejosos y los trasnochados de la «teoría de la convergencia» navegan los que sienten disminuida su capacidad de análisis por la precariedad de la vida, y los que, desde «la otra orilla», proponen «soluciones mágicas» o citan comparaciones macarrónicas.
Es complejo el panorama, y algunos ilusos comienzan a practicar el «Síndrome de Estocolmo» con los que recrudecen bloqueos y afinan el coro de sirenas…
Omar Rodriguez Goitizolo dice:
Una pregunta muy interesante cuya respuesta explica en gran medida cuáles son las razones y razonando con inteligencia preguntarnos: ¿El Estado o la Empresa Eléctrica quita la corriente para que la gente se moleste y crearse problemas?
Los molestos apagones
De la entrevista concedida por Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República al catedrático y periodista español Ignacio Ramonet traemos algunos fragmentos sobre la situación energética que es sumamente compleja:
Tras explicar que en las últimas cinco jornadas anteriores a la entrevista, hubo siempre apagones en algún momento del día, Miguel M. Díaz-Canel valoró:
Y eso, de manera sucesiva, indudablemente daña, complejiza la situación, provoca malestar, provoca incomprensiones y endurece la vida de los cubanos.
A continuación enumeró una serie de aspectos:
- El sistema electroenergético incluye un subsistema térmico con termoeléctricas que usan crudo nacional.
- Ese tipo de combustible demanda más de 300 millones de dólares al año (que han faltado) para reparaciones y mantenimientos.
- Carecer de recursos conlleva a más roturas y problemas tecnológicos con más frecuencia que la normal.
- El sistema electroenergético también se compone de los motores de generación distribuida para usarlos en los horarios pico. No siempre ha habido los niveles de diésel y fueloil necesarios.
- Por el bloqueo, desde octubre de 2023 hasta el pasado abril no entró diésel ni fueloil al país.
- Tampoco hubo piezas de repuesto ni se pudieron dar mantenimientos a esos grupos generadores.
- La generación con fuentes alternativas o renovables de energía es muy pequeña.
En esa situación, Díaz-Canel valoró:
Por lo tanto, a nosotros nos puede fallar en las condiciones actuales la generación eléctrica por falta de combustible, por falta de mantenimientos o por la coincidencia de los dos factores.
Explicó que en estos momentos la principal causa está en las problemáticas tecnológicas, y en relación con la estrategia de mantenimientos, dijo:
La hemos podido organizar en medio de esta circunstancia, sobre todo, apostando a que en el verano haya el menor nivel de afectaciones posibles a la población.
Sobre lo que está ocurriendo, dijo:
En estos días se nos ha dado la coincidencia de varias plantas que tenían mantenimientos previstos, planificados y que se están desarrollando, pero simultáneamente se han roto otras.
Soluciones
Sobre la generación con fuentes renovables de energía expresó que ya este año habrá un cambio sustancial, pero hay garantía de que en menos de dos años, se llegará a 2 000 MW, cifra cercana a la aportada actualmente por todo el sistema electroenergético.
Díaz-Canel agregó:
Eso nos pondría en otra situación energética, porque llevaría a lograr el objetivo que queremos, de antes del año 2030 tener más de un 20 % de energía renovable. Vamos a llegar a un 25 %, tal vez un poco más, en dependencia de cómo puedan funcionar estos temas.
Antes de pasar al punto del consumo de combustible, dijo:
Una parte de esos parques con energía fotovoltaica van a acumular energía, por lo tanto, se podrán utilizar en las horas del anochecer. Además de darnos esa posibilidad, va a disminuir el consumo de combustible que se utiliza para eso.
En resumen: Hay luz en el próximo tramo del camino, y del tema del combustible, trataremos en la próxima Guagua. Antes de terminar, citamos palabras de GregoS:
Suponiendo que quienes nos dirigen no fueran personas honestas e íntegras como son probadamente, sino sinvergüenzas, ni aún así cabe pensar que quitan la corriente porque quieren, para mortificar; todo lo contrario, además si fueran sinvergüenzas tratarían de tener calmada a la gente. Caramba, pero los nuestros no quieren que haya apagones porque trabajan por el bienestar de todos.
Guaguas anteriores se pueden acceder desde aquí
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.
Siempre le he salido al paso, con las explicaciones que tengo a mano, a esas ideas malintencionadas que ponen en boca de cualquier descontento, sobre todo ante la ocurrencia de estos inaguantables apagones. Me gustó la frase del Ministro del MINEM, en una reciente entrevista: «…los trabajadores eléctricos están dejando la vida para reparar bien y que no fallen las calderas. Y cuando llegan a sus casas, tampoco tienen luz. Por respeto a esa entrega, valen las explicaciones constantes, claras y oportunas…»
Y, aparte de un elemental sentido del momento, me solidarizo con estos trabajadores, sin a veces más estímulo para su labor que la satisfacción del deber cumplido y la ingrata realidad que confrontan a su regreso a casa en apagón, explicación imposible a sus vecinos y familia. No tengo que situarme en su lugar, estuve en el lugar de ellos, trabajé en Geysel más de doce años. Mis respetos a esos trabajadores.