Cuba vive en el pecho de millones de mujeres y hombres
Yimel Díaz Malmierca y Francisco Rodríguez Cruz
El orden económico internacional hay que cambiarlo, y hay que hacerlo desde la unidad y la solidaridad, expresó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al clausurar el Encuentro internacional de Solidaridad con Cuba y contra el Imperialismo, que sesionó este jueves en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
Ante los más de mil delegados de casi 60 naciones presentes en la cita, el primer secretario del Comité Central del Partido enfatizó que Cuba no está sola y aislada, sino que vive en el pecho de millones de mujeres y hombres en el mundo; y expresó el compromiso de su pueblo de seguir levantando la bandera de la solidaridad y la cooperación con el mundo.
El mandatario cubano destacó que la celebración del Primero de Mayo con esa presencia internacional es un gran honor que el pueblo cubano agradece y destacó que el 70% de los más de mil delegados al encuentro vinieron por primera vez, lo cual significa que crece la familia de la solidaridad con Cuba y la participación de la juventud mundial.
Hizo mención a varias de las organizaciones con una labor destacada, y resaltó iniciativas como el tribunal en Bruselas para enjuiciar el bloqueo, las caravanas de autos, los plantones, los eventos de solidaridad y en contra del bloqueo, entre otras.
Explicó Díaz-Canel que la celebración del acto del Primero de Mayo tuvo lugar en condiciones diferentes, y resaltó que se hicieron concentraciones, pero también desfiles en varias provincias. El festejo demostró que el pueblo cubano está dispuesto a defender su independencia, soberanía y su deseo de vivir en paz, sin rendirse ni venderse, ni renunciar a sus principios, recalcó.
Hizo referencia a las manipulaciones de la prensa internacional sobre la participación en las manifestaciones del Primero de Mayo en el país, al decir que habían sido miles de personas, cuando en realidad participaron unos cuatro millones de cubanos.
Destacó que el mundo ha retrocedido tres décadas en materia de pobreza, y citó numerosas estadísticas que demuestran esa fragilidad de la economía mundial que afecta a los pueblos en primer lugar.
Como una prueba de que el capitalismo no tiene soluciones para los problemas actuales de la humanidad, Díaz-Canel expresó el rechazo a las guerras y los genocidios. Abogó por una solución amplia y duradera al problema palestino y demandó el ingreso del Estado de Palestina a las Naciones Unidas, así como que el Consejo de Seguridad cumpla su mandato de poner fin al genocidio.
Cuba se ha solidarizado siempre con la causa palestina, dijo, al recordar que cientos de estudiantes de esa nación se forman en Cuba, con quienes se mantiene un contacto permanente. “Les hemos dicho que son hijos también de Cuba”, dijo.
Rechazó el asalto a la embajada mexicana en Ecuador, y recordó la obligación que conlleva la Proclama de Paz para la América Latina y el Caribe. Patentizó su solidaridad con el presidente Nicolás Maduro, y también con el pueblo argentino, entre otras posturas internacionales ante los conflictos regionales.
Destacó que hay una campaña de intoxicación mediática contra la Revolución cubana, así como la importancia de batallar en las redes sociales en Internet. Hay un capitalismo de vigilancia, y estas redes se han convertido en una plataforma de odio y agresión, apuntó.
Describió cómo opera la guerra no convencional contra Cuba y otros países del área; y ante esto, la importancia de seguir fortaleciendo la unidad, con mayor participación del pueblo para la toma de decisiones.
Otra prioridad es perfeccionar la labor ideológica, que las instituciones funcionen adecuadamente, mediante el intercambio sistemático y permanente de los dirigentes con el pueblo.
Explicó las medidas económicas que adopta el país, muy lejos de ser neoliberales como se acusa, y expresó la confianza en que Cuba cuenta con la capacidad para recuperarse y vencer las actuales dificultades.
Nuestra lucha continuará hasta que el gobierno de los Estados Unidos levante el bloqueo, manifestó el Presidente cubano, quien se pronunció contra la guerra, la injerencia, las agresiones, los muros y los bloqueos; y ofreció la participación de Cuba siempre en favor de la paz.
Cuba en el toma y daca de la solidaridad mundial
Mil 144 delegados de 58 países han participado en el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba y contra el Imperialismo, cuya clausura tuvo lugar este jueves en el Palacio de Convenciones de la capital cubana.
La jornada contó con la presencia del presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y los miembros del Buró Político Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del PCC, y Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC, institución que, junto al Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), auspician el evento.
Guilarte de Nacimiento denunció que el mundo gasta más de 2 millones de millones de dólares en armamentos, mientras numerosos pueblos carecen de servicios imprescindibles para la vida. En sus palabras denunció el genocidio en que tiene lugar en Palestina. Respaldó, en particular, la actitud combativa de los estudiantes universitarios estadounidenses que están defendiendo los derechos de ese pueblo árabe y han sido víctimas de brutal represión.
Otro de los oradores de la jornada fue el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío Domínguez, quien explicó a la audiencia que la política exterior de Cuba representa los valores y las características de su Revolución. Entre las prioridades destacó la defensa de la soberanía y el derecho a la libre determinación de los Estados, así como la solidaridad con las causas justas de los pueblos del mundo y el internacionalismo proletario.
Agregó que gran parte del trabajo diplomático se ocupa de denunciar los efectos del bloqueo y buscar vías para contrarrestar su efecto; así como diversificar las relaciones con todo el mundo y promover las relaciones con los ciudadanos cubanos emigrados a otros países.
Cuba mantiene relaciones diplomáticas con todo el mundo, precisó, excepto con el Estado de Israel, vínculos rotos en septiembre del 1973, en solidaridad con el pueblo de Palestina.
Las diferencias con el Gobierno de EE. UU. explican la tradicional incapacidad de las fuerzas políticas de ese país para aceptar el derecho de Cuba a la libre determinación, reveló el diplomático cubano, tratan de controlarnos como si fuéramos un pueblo subordinado o una nación vencida. La causa está en impedir el éxito de un proceso transformador que se ha llevado a cabo aquí en los últimos 65 años, y a ello se asocia la resistencia tenaz y rebelde de los cubanos, sostuvo.
No se trata de diferencias políticas, pues esas existen entre muchos países, comentó Fernández de Cossío y argumentó que la nación caribeña también tiene diferencias con EE. UU., especialmente con su sistema político, con el trato que dan a los detenidos, con su política exterior, con el trato colonial a Puerto Rico, y con el propósito subversivo contra países como Venezuela, Nicaragua y Cuba. Tampoco estamos de acuerdo con la participación y complicidad con el genocidio que se comete en Gaza y Cisjordania.
A pesar de todo ello, Cuba ha reiterado su voluntad de mantener una relación constructiva con el Gobierno de EE. UU. Nada justifica la hostilidad de ese país contra el nuestro, afirmó.
Fernández de Cossío Cuba ahondó en el rechazo casi absoluto de la comunidad internacional al bloqueo; a pesar de que no siempre se entiende el impacto de una política que prohíbe la exportación de cualquier producto de la economía más grande y próspera del mundo a este pequeño Estado caribeño, con la excepción de unos pocos que tienen licencia.
El bloqueo también veta la importación de productos fabricados en otros países que tengan al menos un 10 % de componentes producidos en EE.UU., lo cual nos lleva a comprar tecnologías diversas, a veces incompatibles, y ello se convierte en una pesadilla logística que nos hace ineficiente, explicó.
El viceministro habló además del efecto que tiene la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Eso ha sido perjudicial para la economía de la mayor de las Antillas y también para ciudadanos de otros países que son víctimas de una política extraterritorial que les priva de su derecho a viajar, concluyó.
La jornada continuó con la discusión en tres comisiones de trabajo agrupadas bajo los temas El sindicalismo mundial y las luchas de los trabajadores en el actual contexto; La unidad en la diversidad, por las causas justas de los pueblos; y Las luchas de las organizaciones de solidaridad, sociales y populares en defensa de la paz y la soberanía de los pueblos, en la cual participó el líder cubano Miguel Díaz-Canel.
Solidaridad contra el bloqueo
Incrementar las denuncias contra el bloqueo y otras agresiones que sufre el pueblo cubano, tanto en el espacio físico como digital, fue la solicitud hecha por Fernando Gónzalez Llort, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap), al clausurar este jueves el Encuentro internacional de Solidaridad con Cuba y contra el Imperialismo, en presencia del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Cuba no está sola, expresó el también Héroe de la República de Cuba, al caracterizar la amplia solidaridad que existe en el mundo con el país antillano, con miles de organizaciones y sindicatos, partidos políticos y movimientos sociales y populares, e incluso personas que individualmente manifiestan y actúan en favor de la Revolución.
González Llort destacó que los más de mil participantes de casi 60 naciones que concurrieron a las festividades por el Primero de Mayo también pudieron intercambiar con la ciudanía, visitar colectivos laborales y laborar de manera voluntaria, entre otras iniciativas, lo cual les permitió apreciar cómo los cubanos buscan alternativas para seguir adelante.
No faltó el apoyo a la causa palestina y el rechazo al genocidio contra su pueblo, junto con otras declaraciones de organizaciones regionales para apoyar y exigir soluciones a diversos conflictos del mundo.
En tres comisiones de trabajo previas los invitados se pronunciaron enérgicamente en contra del bloqueo de los Estados Unidos y de la inclusión de Cuba en el la lista de países patrocinadores del terrorismo.