Cuba premió este lunes con su título mayor: el de Héroe o Heroína del Trabajo de la República a 19 hombres y mujeres de alto linaje e ilustre quehacer tanto en la cultura, en las Fuerzas Armadas, en el deporte, en el taller, el surco y en otras muchas actividades laborales.
En ceremonia solemne en el Salón de Protocolo del Laguito, en La Habana y de manos del Presidente cubano Miguel Díaz Canel Bermúdez, ellos recibieron en sus pechos la Estrella dorada y el diploma que los acredita.
Asimismo, otros miembros del Buró Político del Comité Central del Partido entregaron la Orden Lázaro Peña de Primer Grado a 12 trabajadores y dos colectivos vanguardias, la de Segundo Grado a cinco trabajadores, la de Tercer Grado a cinco trabajadores y dos dirigentes sindicales destacados, y la Medalla Jesús Menéndez a un trabajador y un colectivo.
Ninguno destaca por sobre el otro, en todos sobresalen valores y virtudes comunes de patriotismo, laboriosidad, sacrificio, responsabilidad y fidelidad a la Revolución.
Entre ellos, elegante y risueña, la dignísima directora del Coro Nacional de Cuba, Antonio Muñoz, el pelotero Gigante del Escambray y de la isla toda, Lesbia Vent Dumois, la exquisita Premio Nacional de Artes Plásticas, la filósofa Isabel Monal, el ministro Ricardo Cabrisas, y algunos no tan conocidos por las grandes mayorías como la cocinera Caridad Valdés Valdés, Jesús Ofarril Fundora y Alberto Álvarez Loredo.
Una lista de la que también forman parte Manuel Fernando Martínez Bruzón, Rolando Montero Díaz, los coroneles Juan Carlos Martín Tirado y Ariel Luis Soler Muñoz, el Teniente Coronel Alfredo Antonio Hernández Martínez, Ángel Eusebio Eugellés Mena, Juan Manuel Rojas Pérez, Iván Román Suárez, José Manuel Figueroa Alonso y Jorge Florentino Sarduy Medina.
Al hacer uso de la palabra en la ceremonia, José Antonio Pérez Pérez, integrante del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, destacó los virtudes excepcionales de los condecorados y recordó el concepto de Fidel en el sentido de que la sociedad que más facilite la selección de sus mejores hijos, aquella sociedad que más abra vías al mérito, llegará más lejos que ninguna otra.
