El estadio Capitán San Luis ha estado con más de 9 mil personas en cada una de las presentaciones de los Vegueros de Pinar del Río frente a Matanzas esta semana. En su contraparte, el Latinoamericano albergó más público para alentar a los Alazanes de Granma, que estuvieron a punto de barrer en casa a los icónicos Leones de Industriales, cada vez más alicaídos.
Son estos dos equipos de los que más colorido andan regalando en esta 63 Serie Nacional, en la cual las falencias en defensa y pitcheo, más la desbordada ofensiva hacen, a ratos, perder el interés de algunos aficionados, quienes no se cansan de añorar épocas anteriores. Por suerte, pinareños y granmenses tienen aún el imán de su público, liderados por dos estelares: Alexei Ramírez en el caso de los verdes, y Alfredo Despaigne por los orientales.
La inspiración de Alexei (368 de average, 8 cuadrangulares y 35 impulsadas) ha llegado a toda la tropa, en especial al veterano William Saavedra (514-11-36) y a un jugador que parece ya maduro para otros empeños Yaser Julio González (344-9-34). Imposible dejar de mencionar lo que viene haciendo Jorge Yoan Rojas y Juan Carlos Arencibia.
Su pitcheo, a pesar del récord negativo de nueve boletos en una entrada contra Matanzas, sigue siendo todavía el mejor de la temporada en promedio de carreras limpias (4,10), y tras la salida por contratos de Erlis Casanova y Frank Luis Medina, los brazos de Jenier Álvarez y Orisbel Borges están siendo claves para no bajarse de la punta de la tabla.
El mayor dolor de cabeza del mentor Alexander Urquiola ha sido la defensa (965), por debajo de la media del torneo. Los más erráticos, con toda lógica son los jugadores del infield, aunque llaman la atención que de las 42 pifias siete fueron cometidas por los lanzadores.
Pinar del Río es la única nómina que ha ganado todas las subseries y todo indica que su regreso a los play off es cuestión de mantener este paso. Una vez en esa instancia, serán muy peligrosos para discutir el título porque saben cómo y con quiénes hacerlo.
Indomable caballería
El mejor equipo de la última década en la pelota cubana con cuatro cetros, los Alazanes de Granma, volvieron a ratificar en el Latino que su más temible arma es la fuerza de sus maderos. Dominaron cuatro veces a los azules y tres de ellas de manera consecutiva en el noveno inning (quizás sea récord para Series Nacionales), con un papel protagónico para Despaigne, quien llegó a 13 cuadrangulares, de ellos siete con hombres en circulación.
Bajo el mando de un conocido por ellos, el Doctor en Ciencias Ángel Ortega, impresiona ser la formación que más batea (338), más indiscutibles pega (372) y más pelotas saca de los parques (43). El trío de terror puede definirse a Despaigne-Guillermo Avilés-Alexquemer Sánchez, pues suman 27 vuelacercas y más de un centenar de fletadas al home. ¿Se puede ser más efectivo?
Un pelotero que está hace rato entre los más subestimados de nuestro béisbol, Osvaldo Abreu, continúa aportando un mundo en cada turno al bate (352 de average y 13 dobles para solo mencionar dos estadísticas), en tanto dos jóvenes promesas, Yulieski Remón y Darián Palma, se han apropiado de la titularidad a partir de rendimientos extraordinarios con lo más difícil en la pelota: batear.
A pesar de no contar con un staff de lujo sobre el box, los consagrados Leandro Martínez y César García ganan en sus aperturas, al igual que el zurdo Yunier Castillo; mientras Juan Danilo Pérez y Kelbis Rodríguez son todavía muy efectivos para el cierre. Así han ido sorteando el primer tercio con solo dos duelos particulares perdidos, contra Camagüey y Sancti Spírítus.
De Vegueros y Alazanes habrá que comentar, de seguro, en otro momento de la campaña. Son candidatos a la corona y ya lo están demostrando. La preparación va confirmando su excelencia. Y quien lo dude, pues que intente desafiarlos en lo adelante. Para apagar a estos Vegueros o detener a los Alazanes habrá que poner el extra. Al menos, por ellos, la 63 Serie Nacional va dejando luces.