Fue una de las más destacadas discípulas de Alicia y Fernando Alonso y devino ella misma principal formadora de muchos de los más reconocidos bailarines cubanos del último medio siglo.
Directora de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, sus aportes a la concreción del método cubano en la enseñanza son inestimables. Ella fue siempre uno de los principales referentes de la pedagogía de su arte.
Su país la reconoció con los premios nacionales de Danza (2006) y Enseñanza Artística (2002), los más altos galardones por la obra de la vida en esos dos ámbitos.
Junto a su hermana Margarita de Saá, y las conocidas como cuatro joyas del ballet cubano (Mirta Pla, Josefina Méndez, Loipa Araujo y Aurora Bosch), Ramona integró el grupo esencial de bailarinas que acompañaron a los Alonso en la refundación del Ballet Nacional de Cuba después del triunfo de la Revolución.
Pronto debió abandonar su carrera como bailarina, por serias lesiones. Se consagró entonces a la enseñanza.
Primero como maestra de la Escuela que fundó junto a Fernando, posteriormente como su directora. Durante décadas desarrolló una labor que contribuyó sustantivamente al llamado ‘milagro del ballet cubano’: la consolidación de una auténtica escuela reconocida internacionalmente.
Promociones completas de bailarines la identifican como su principal maestra. Es el caso, por ejemplo, de Carlos Acosta, estrella internacional de la danza, quien le ha tributado varios homenajes.
“Ramona de Saá Bello es una de las más prominentes y multifacéticas figuras del Arte de la Danza en Cuba y su obra fundamenta sólidamente al movimiento creativo y pedagógico de ese arte”, afirma la nota socializada esta mañana por el Centro Nacional de Escuelas de Arte de Cuba (CNEArt).
Y agrega: “El legado de la Maestra Ramona de Saá va más allá de lo artístico; es y será siempre un ejemplo de entrega, de fortaleza moral y ética, de sencillez y altruismo”.
Por decisión familiar, los restos mortales de la artista serán cremado. Próximamente se realizará un homenaje póstumo en honor a su inmenso legado.