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Cuba presenta su agenda ante el diálogo migratorio con EE.UU.

Cuba llega a una nueva ronda del mecanismo bilateral de diálogo migratorio con la esperanza de tener un diálogo constructivo con Estados Unidos, dijo a la prensa Johanna Tablada, subdirectora general del departamento que atiende esa área en el ministerio de Relaciones Exteriores.

 

Foto: Reuters

El encuentro tendrá lugar este martes 16 de abril en Washington, será la 38 Ronda de Conversaciones Migratorias bilaterales desde que se iniciaran en 1980 y la cuarta desde que se retomaran en el 2022.La diplomática informó que la delegación de la mayor de las Antillas estará encabezada por el viceministro cubano Carlos Fernández de Cossío Domínguez; mientras que la contraparte anunció al subsecretario de Estado Adjunto del Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, Eric Jacobstein.

Entre los temas que lleva la nación caribeña a la mesa de diálogo aparece, en primer lugar, el bloqueo comercial, económico y financiero que durante más de 60 años ha sostenido Estados Unidos contra Cuba, recrudecido por las medidas impuestas por el gobierno de Donald Trump que, a pesar de haber sido calificadas de inhumanas por el gobierno del sucesor Joe Biden, se mantienen vigentes.

“El impacto de esas medidas extremas e inhumanas constituye el incentivo principal para la migración y explica el incremento inédito del flujo migratorio actual”, aseguró Tablada.

Añadió que las acciones y programas injerencistas del gobierno de EE. UU. para atentar contra el orden constitucional con fines de desestabilización violan el espíritu de los acuerdos vigentes que se comprometen a promover una migración legal, ordenada y segura.

Tablada resaltó que el recrudecimiento de la guerra económica contra Cuba y el incremento del financiamiento a campañas comunicacionales contra el Gobierno cubano coinciden con la actual ola migratoria, “la más grande en menos tiempo de toda la historia de Cuba”, precisó, cuyo monto se estima en más de medio millón de cubanos.

Otro de los asuntos a abordar está relacionado con la reanudación del otorgamiento de visas de no inmigrantes desde el consulado estadounidense en La Habana, proceso que fue suspendido años atrás y obliga a los ciudadanos cubanos a viajar a terceros países para gestionar el permiso de entrada a EE. UU., proceder que incrementa los gastos y riesgos de manera exorbitante e innecesaria.

Cuba también reclamará que se respete el derecho de los viajeros de terceros países a viajar libremente a la isla, sin temor a las represalias de que hoy son víctimas como parte del esquema que se aplica a los países incluidos en la espuria lista de patrocinadores del terrorismo.

“Para sacar a un país de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo es preciso que no se haya reportado ninguna acción terrorista de esa nación contra Estados Unidos en los últimos seis meses. Cuba no ha atentado ni siquiera en los últimos 60 años, y ellos lo saben”, sostuvo Tablada.

Uno de los aspectos regulados por los Acuerdos Migratorios establece la devolución de “todos” los migrantes interceptados en el mar o que entren a territorio estadounidense de manera ilegal en fecha posterior al 12 de enero del 2017, asunto en el cual se ha avanzado en los últimos años, pero no se cumple de manera absoluta:

“La aceptación selectiva de algunos de esos migrantes sirve de estimulo a la migración ilegal”, comentó.

En opinión de la embajadora, las medidas migratorias implementadas por EE.UU. durante el 2023 no han aliviado las causas fundamentales de la migración cubana; en su lugar, “para complacer intereses específicos de unos pocos”, perjudican a las familias de ambos Estados, así como a la población estadounidense en su derecho a viajar libremente.

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