El texto enfrentó fuertes críticas de los países árabes, representados por Argelia, ante la falta de un mensaje real de paz y de las preocupaciones fundamentales.
El embajador permanente de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, aseguró que el texto no pedía explícitamente el alto al fuego sino que trataba de «vender un producto» al Consejo al utilizar la palabra imperativo.
Nebenzia señaló a la delegación norteamericana por tratar de engañar deliberadamente a la comunidad internacional con un borrador que simplemente jugaba con los votantes estadounidenses al emplear un falso llamamiento a un alto el fuego.
Por su parte, el embajador palestino ante el organismo, Riyad Mansour, advirtió sobre la falta de señalamientos a Israel por sus crímenes y la posibilidad expresada en el texto para una futura operación militar a la gobernación sureña de Rafah.
«Estamos en contra del traslado forzoso dentro y fuera de Gaza, y rechazamos totalmente cualquier intento de asaltar y atacar la zona de Rafah, incluida la ciudad de Rafah», agregó el diplomático.
Pocos días después, el Consejo aprobó la primera resolución para el cese al fuego durante el Ramadán presentada por sus diez miembros no permanentes que consiguió 14 votos favorables y la abstención de Estados Unidos.
Sin embargo, hasta el momento, Israel desconoce la normativa vinculante y, por el contrario, mantiene su ofensiva contra civiles y objetivos humanitarios en un escala considerada sin precedentes por la propia ONU.
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