Los cientos de personas que acudieron el 22 de marzo pasado a la sala de conciertos Crocus City Hall, en Moscú, se dieron cuenta que algo andaba mal al sentir los primeros disparos.
Para 144 de ellos sería lo último que escucharían antes de ser masacrados por un grupo de terroristas que llegaron al lugar con una sola indicación “matar gente”, para poder cobrar el trabajo, como reconoció el primero de los detenidos al ser entrevistado.
En un video publicado por Rusia Today se escucha al detenido admitir que le prometieron la suma de medio millón de rublos por disparar contra las personas que estaban en el recinto.
Dijo que los organizadores del ataque lo contactaron a través de Telegran, pero que no conocía sus nombres. Precisó que había llegado a Rusia el 4 de marzo procedente de Turquía.
Desde el primer momento se pudo apreciar por las autoridades que no existieron motivaciones religiosas o políticas para asesinar a mansalva a ciudadanos rusos, la mayoría civiles, sino el dinero prometido para llevar a cabo tan criminal acción.
Cuatro de los autores escaparon en un auto y fueron perseguidos hasta que los detuvieron. Iban camino de la frontera de Rusia con Ucrania, ¿casualidad?
Una noticia recorre el mundo, y nada más
La noticia recorrió el mundo, con grandes titulares el mismo día de los hechos. Sin embargo, 24 horas después comenzaron las especulaciones, en especial en la prensa de los países que integran la Otan. La maquinaria de propaganda antirrusa comenzó a hacer de las suyas. ¿Por qué el primer detenido aparecía golpeado?, dando a entender que había sido torturado.
Desconocen la información de cómo fue detenido, que se quedó sin balas y buscaba ansioso en su mochila otro cargador. Muy cerca un padre con su hija y esposa se dio cuenta que serían las próximas víctimas y para salvar a su familia logro quitarle el ak a golpes.
Este martes el presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó que Rusia llegará, sin duda, a los beneficiaros del ataque. Es importante que identifiquemos no solo a los autores directos, sino también a todos los eslabones de la cadena de beneficiarios de esta atrocidad.
Sostuvo el líder ruso que los encargos de crímenes por dinero no son casos únicos.
Los detenidos cerca de la frontera con Ucrania, participantes activos de la balacera, iban camino de cobrar lo que le debían.
Por otra parte, luego del fracaso de la famosa contraofensiva ucraniana, la táctica del alto mando de esa nación provocó y provoca casi a diario acciones terroristas contra la población civil rusa con el objetivo de crear miedo
Encontrar respuestas a todas las preguntas
Muchas son las preguntas que se hacen los especialistas rusos encargados de investigar quiénes organizaron y pagaron el asalto a la sala de conciertos.
No hay que buscar en el fondo marino perteneciente a otra nación, como fue la explosión del gasoducto, que ya es un caso cerrado por quienes son lo más interesados que se deje de investigar. Están los crímenes de periodistas, funcionarios y personalidades rusas con atentados terroristas.
Llama la atención la insistencia de no involucrar a Ucrania como posible organizador del crimen, en especial por parte de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
A petición de la parte francesa, el 3 de abril sostuvieron un encuentro los ministros de Defensa de Francia y Rusia, Sébastien Lecornu y Serguèi Shoigú. El oficial galo trató persistentemente de convencer a Shoigú de la no implicación ucraniana y de los países occidentales, según la prensa rusa.
El ministro ruso fue categórico; “la investigación se llevará a cabo hasta su fin y todos los responsables serán castigados. Hay datos sobre la huella ucraniana en la organización del ataque terrorista.
Curiosamente, ese mismo día, María Zajárova denunciaba que cerca de mil 500 soldados franceses podrían estar preparados para ser enviados a Ucrania. Hay que recordar que Macron, afirmó a fines de febrero que “Rusia no puede ni debe ganar esta guerra”.
Evidentemente la obsesión del triunfo por parte de la OTAN y en este caso de Macrón, no es realista, y no escuchan lo planteado por altos mandos militares ucraniano quienes reconocen “que la defensa de Ucrania corre un gran riesgo de colapsar, incluso con la ayuda militar de Estados Unidos”, planteado el 3 de abril.
La verdad se irá abriendo paso a pesar de las gestiones para evitar que se descubra a quienes organizaron el crimen.