El precandidato a las elecciones presidenciales en Estados Unidos en 2016 por el Partido Demócrata, Lawrence Lessig, profesor de derecho de la universidad de Harvard, ofreció disculpas en nombre del pueblo norteamericano por el bloqueo criminal y el resto de las presiones criminales al que su gobierno somete a los cubanos durante una conferencia, impartida en el 3er Coloquio Internacional Patria, que se desarrolla en La Habana.
El también licenciado en economía y administración, máster en filosofía y Doctor en derecho dijo en la mañana de este martes en la conferencia que abrió el segundo día de debates del evento sentirse moralmente avergonzado por una política que, aseguró, es desconocida por la mayoría del pueblo norteamericano, que nunca la hubiese compartido.
Si los estadounidenses supieran lo que su gobierno le están haciendo a ustedes no lo permitirían. Esto ocurre porque el pueblo de Estados Unidos lo desconoce en medio de un sistema corrupto y roto, además de manipulador, aseguró.
Lessig abordó la significación del desarrollo de la inteligencia artificial para la humanidad. Si bien resaltó sus enormes beneficios y criticó la paranoia acerca del tema, también denunció su poder manipulador en manos de las corporaciones…
El estudioso abordó el peligro de que las máquinas puedan superar la inteligencia humana así como lo que llamó el hackeo de la inteligencia humana con fines siniestros.
Haciendo un paralelo con la serie Juego de Tronos, apuntó el peligro de que el invierno -la gran amenaza en la afamada puesta- este llegando; o sea el momento en que las máquinas se impongan sobre la inteligencia, la racionalidad y la justicia humana.
Subrayó que esto puede ser peor en medio de un sistema corrupto y roto al que debe ponerse la fuerza de una democracia auténtica de los pueblos.
Vemos que la inteligencia artificial nos amenaza, pero ese peligro puede superarse con una fuerte democracia y el amor, indicó.
Vemos que la inteligencia artificial nos amenaza, pero ese peligro puede superarse con una fuerte democracia y el amor, indicó.
( Por: Ricardo Ronquillo Bello)
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