José Alejandro Crespo Fundora se ufana de llevar en alto el lema de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras. “Yo soy como esta planta. Mi función es darle luz al pueblo y seguiré haciéndolo hasta el final de mi vida. Tengo 73 años y ya usted ve, sigo aquí”, confiesa con el orgullo de haber sido el operario que por primera vez sincronizó este bloque al Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
La histórica fecha se mantiene intacta en la memoria de Crespo. “Eso fue el 19 de marzo de 1988, exactamente a las tres y cuarenta y cinco de la tarde. Tengo una foto de ese momento”, dice y le echa una miradita al plantel. En los ojos del fundador habita el mismo deseo de antaño. Que el arranque de este lunes sea tan exitoso como hace 36 años.
Es domingo en la tarde, y en la CTE la tensión sube mientras más avanzan las horas. Enfundado en su overol de campaña aparece frente a mí Luis Alberto Alfonso Barrera. Bajo su responsabilidad está el buen funcionamiento de más de 3 mil válvulas que tiene la instalación. “Se ha trabajado duro, con calidad y respeto a los protocolos. También con el pensamiento puesto en el pueblo, en la familia, y en nosotros mismos… Lo que queda es el encendido…”.
Después de 17 días de esta parada es normal el salidero en una línea… y eso afectaría el arranque, advierte el ingeniero mecánico Elmer García Romero, jefe del grupo de Mantenimiento y Planificación. “Por eso ya probamos todos los equipos, excepto el transformador de salida que, como ves, ya lo estamos haciendo, para cumplir el compromiso de estar el lunes antes del horario pico de las 6:00 p. m.”.
Elmer tiene 33 años y habla con la misma pasión que el fundador Crespo. Él pudiera hacer un análisis exhaustivo de cada una de las mil 545 tareas planificadas, y otras 145 aparecidas sobre la marcha, que aumentaron el volumen de trabajo, y también la magnitud de este mantenimiento, iniciado el 29 de febrero.
Lo importante, apunta, es la tranquilidad de haber seguido al dedillo la ruta crítica de las ejecuciones en puntos claves como la reparación del transformador principal de salida, del generador, y el arreglo y sustitución de un grupo de válvulas, motores eléctricos, bombas, compresores y otros elementos auxiliares.
A su juicio, un saldo palpable de esta parada lo es la casa de circulación, equipada casi como nueva, y la incorporación de un rastrillo que sustituye la grúa con la que antes se limpiaban las suciedades acumuladas en las mallas fijas, lo que ahora optimizará el flujo de agua hacia el condensador.
Con especial encomio Elmer resalta la reparación de los calentadores de aire regenerativo (CAR), fundamentalmente el llamado A, al que se le cambió el ciento por ciento de los cestos y sellos, y tenía un semieje en mal estado, que “fabricaron en planta mecánica de Villa Clara. Eso es sustituir importaciones, justo lo que el Presidente Miguel Díaz-Canel pide a las empresas”, pondera Elmer.
Las ganancias con Guiteras en línea
Aunque la entrada del bloque no resuelva el complejo panorama energético de ahora, algo alivia. “No nos creemos el ombligo del mundo, pero sí somos la columna vertebral de la generación”, considera Crespo, un criterio compartido por no pocos entendidos.
Según valoraciones del director Rubén Campos Olmos, de alcanzarse con el mantenimiento la potencia máxima estimada de 260 a 280 MW, el SEN estaría con posibilidades de servir un poco más de carga.
“La tensión y la frecuencia son dos parámetros que se logran mejor si la CTE Guiteras está en línea. Cuando sale hay capacidades que no se pueden servir porque se cae mucho el voltaje por las variaciones de la frecuencia. Guiteras fortalece el sistema en la zona occidental, la de mayor demanda energética, y permite que aunque la energía venga de otros lugares, pueda entregar más potencia a los clientes”.
Considerada el bloque de mayor eficiencia en el país, pues emplea menos combustible para producir electricidad, por años la central Guiteras ha estado impedida del mantenimiento que necesita. “Por eso tenemos la responsabilidad moral de que no decaiga la tecnología. Y eso tratamos de explicarlo con mucha precisión a los trabajadores”, razona Campos. “Hay condiciones objetivas imposibles de transformar, pero donde sí se pueda hay que lograr los resultados.
“Cada vez que paramos tratamos de exprimir esa oportunidad haciéndole cosas al bloque en todas las especialidades, y eso significa menos salida de línea, menos limitaciones y más confiabilidad. El mantenimiento capital está planificado para octubre de este año”.
La vida útil de la CTE Guiteras
Como muchas otras en el país, la CTE matancera ya venció su vida útil en explotación, estimada de 30 a 35 años. A ese envejecimiento se une el daño provocado por el uso del crudo nacional, fundamentalmente en los CAR y en la caldera, una afectación a su calidad funcional, empeorada por los efectos del bloqueo de los Estados Unidos al único plantel cubano con tecnología francesa.
Eso magnifica a la gente de la central Guiteras, la fuerza propia, la de apoyo, la que va allí con el mismo deseo de que siga rindiendo.
La planta cumplirá este martes 36 años de su primera sincronización al SEN el 19 de marzo de 1988, y es ló- gico que el mejor regalo soñado sea recibir la fecha generando todo lo que pueda.
Es domingo y la tensión aumenta a medida que avanzan las horas. La Guiteras está “jugando” en tiempo extra. Habría que aplaudirla, incluso, si tira y no anota gol, “pero eso no va con nosotros. Tenemos que ganar”, dice en tono desafiante Yisel Morejón, la joven integrante del buró sindical que clama para su colectivo cualquier reconocimiento a la altura de la historia que allí se escribe.
De la entrega y lealtad de ustedes no tenemos dudas, le responde Osmar Ramírez
Ramírez, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba en la provincia de Matanzas, un sentimiento respaldado totalmente por George Batista, máximo representante del Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas.
Hoy lunes se sabrá si Guiteras retoma su lugar en el SEN. Crespo quiere volver a tener esa alegría. Qué mejor recompensa a sus 42 años allí, a donde llegó para participar en el montaje de la planta.
“Siempre le digo a los jóvenes que cuando ya no estemos los veteranos, que mejoren o mantengan la planta. Guiteras siempre hará falta… Yo, mientras tanto, seguiré luchando por ella”