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Cuba rememora la Protesta de Baraguá

Una representación del pueblo de Cuba rememoró este viernes en Mangos de Baraguá, municipio de Mella, al norte de Santiago de Cuba, la protesta protagonizada por el patriota Antonio Maceo Grajales el 15 de marzo de 1878.
Desde horas tempranas, decenas de pobladores de la comunidad de Baraguá encabezados por las principales autoridades del Partido y el Gobierno de la provincia de Santiago de Cuba y las locales se reunieron al pie del obelisco que perpetúa el hecho histórico que hace 146 años no permitió la paz sin independencia propuesta por el gobierno español.

Resalta primer ministro de Cuba trascendencia de Protesta de Baraguá

El primer ministro, Manuel Marrero, destacó este viernes la trascendencia de la Protesta de Baraguá, en ocasión de los 146 años del acontecimiento histórico protagonizado por el mayor general Antonio Maceo.

El jefe de Gobierno compartió en su cuenta en Twitter una frase del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en la que subraya la importancia del hecho que puso fin al Pacto del Zanjón, en el cual España, tras 10 años de guerra, ofrecía el cese de las hostilidades sin una solución a la situación colonial que levantó en armas a los cubanos.

«Fidel: Lo que sí puede afirmarse es que con la Protesta de Baraguá… llegó a su cumbre… el espíritu patriótico y revolucionario de nuestro pueblo; y que las banderas de la patria y de la revolución… fueron colocadas en su sitial más alto», escribió Marrero.

En tanto, el canciller, Bruno Rodríguez, resaltó en la plataforma digital que la dignidad, patriotismo e intransigencia revolucionaria de Antonio Maceo en su histórica Protesta de Baraguá son principios consagrados de la diplomacia revolucionaria cubana, en la defensa de la soberanía e independencia del país.

El 15 de marzo de 1878, en Mangos de Baraguá, zona de la actual provincia de Santiago de Cuba, tuvo lugar el hecho protagonizado por el general Antonio Maceo y otros altos jefes, oficiales y tropas a su mando.

Ese gesto, en palabras del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, llevó a su punto más elevado el espíritu patriótico y revolucionario del pueblo cubano.

Con la lacónica frase de Maceo “No, no nos entendemos” al general español Arsenio Martínez, se puso fin al Pacto del Zanjón, con el cual la metrópoli, tras 10 años de guerra, ofrecía el cese de las hostilidades sin una solución a la situación colonial que levantó en armas a los cubanos.

Ese acuerdo fue inadmisible para quienes, desde los campos de la nación caribeña, mantenían la voluntad por la liberación definitiva de la isla y estaban dispuestos a proseguir las acciones bélicas.

Al proclamar su decisión irrevocable de continuar combatiendo, el insigne revolucionario arrastró a jefes, oficiales y soldados e inspiró la lucha de generaciones posteriores.

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