A 123 asciende la cifra de jueces legos del sistema de Tribunales en el territorio, con la investida de 39 hombres y 84 mujeres, de ellos 56 ratificados y 67 de nueva elección, con un promedio de edad de 50 años, ceremonia desarrollada en la sala de juicio del propio Tribunal Especial Popular (TEP) del Municipio Especial Isla de la Juventud.
Gloria Redó Candó, con 25 años de experiencia en esta actividad, jubilada procedente del sector educacional y Abel Diogo Dunet, de 22 años, estudiante de la Carrera Contabilidad de la Universidad Jesús Montané Oropesa, es el dúo más joven de esta fuerza mandatada para el periodo 2024-2029 en las dos salas del TEP: la penal y la no penal, además de la instancia municipal.
En la ceremonia, presidida por dirigente del territorio, y cumpliendo lo dispuesto en el artículo 126.2 y 132 de la Ley de los Tribunales de Justicia y el artículo 221.1 del Reglamento de la Ley de los Tribunales de Justicia, la Presidenta del TEP les dio posesión del cargo a estos rostros electos e investidos de las facultades y sujetos a los deberes que la Ley les señala.
Una vez investidos juraron cumplir la Constitución Socialista de La República de Cuba y la legislación vigente de acuerdo a los principios que la informan, exigir el estricto cumplimiento de la ética judicial y desempeñar su función con modestia, disciplina, probidad y seriedad y honrarla, lo cual testificaron con un ¡Juramos! a viva voz y levantando su mano derecha doblada a la altura de sus hombros.
Con su toga puesta, la juez lego Gloria Redó Candó expresó en nombre del colectivo el compromiso, donde manifestó cumplir con el sentido de lo justo, la imparcialidad y la sensatez en cada proceso y disciplinas jurídicas, ya sea en el orden penal, laboral, de familia, y otras, siempre respetando a la ciudadanía, en busca de encontrarle una solución verdaderamente justa y razonable al conflicto con un enfoque humanista y social.
Sin aún desprenderse de la toga, vestuario que llevará en los actos judiciales, donde dignificará con su actuación, sentido de justeza, independencia judicial, imparcialidad, humanismo, honestidad, así como su transparencia y apego a la ley, la ratificada subrayó: “el pueblo es quien decid si está de acuerdo con nosotros porque podemos ser buenos, pero no tener características para administrar justicia; debemos ser serios y respetados en la comunidad”, alegó.
“Tenemos, prosiguió, participación en las vistas con los jueces profesionales, nos sentamos con el presidente, que es quien dirige el proceso, escuchamos el acto judicial, participamos en la colegiación de los jueces y emitimos criterio, es decir, el juez adopta decisión, pero nosotros también tenemos potestad de protagonizar esa decisión final, eso nos enorgullece”, dijo emocionada en el acto.
Yadira Pavón Cárdenas, presidenta del TEP de aquí, habló de estos hombres y mujeres que, en el transcurso de estos años, han integrado los órganos de justicia, cumpliendo la honrosa función de jueces legos, haciendo posible que las decisiones judiciales en, todas las instancias, “se caractericen por mayor objetividad, fundamentación y racionalidad, al incorporar a los análisis y soluciones de los casos que se juzgan con ese enfoque, vivencias y el punto de vista del obrero, el campesino, la masa trabajadora, el vecino del barrio, de la comunidad o de la ciudad·, amplió la directiva.
“Trasladan esas experiencias, desprovistas de cualquier tecnicismo o conceptualización, a los intercambios y debates propios del juzgamiento del caso, en el que participa de conjunto y en igualdad de condiciones con los jueces profesionales, que forman parte del tribunal actuante”, concluyó y los exhortó a mantener buena actitud ante el trabajo y conducta ejemplar ante el cumplimiento de sus deberes.