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Casa de la Obra Pía: de la piedad a la igualdad de género

En Obrapía número 158 se levanta una majestuosa edificación que ha desafiado los rigores del tiempo y nos conecta con el pasado de manera alucinante. El inmueble  ̶ singularizado además por la aromática fragancia que desprenden los árboles de ilán ilán que habitan el patio interior ̶  habla de hábitos y costumbres de la vida doméstica habanera. Es también un proyecto sociocultural que ilustra, de alguna manera, el recorrido realizado por las mujeres cubanas en busca de la igualdad y la equidad.

 

La Casa de la Obra Pía es un museo de artes dedicado a recrear el estilo de vida de la aristocracia habanera en la etapa colonial. Atesora una valiosa colección donde destacan piezas de artes decorativas, muebles, objetos utilitarios, e indumentaria. Em la imagen, detalle de consola de madera policromada y mármol, facturada en Italia, siglo XIX, que pertenece a la Colección del Museo Casa de la Obra Pía. Foto tomada del Facebook del museo.

 

Desentrañar los códigos y señales que llegan desde la arquitectura, la historia y las colecciones museológicas ha sido parte de la razón de ser del museo Casa de la Obra Pía, institución inaugurada el 16 de noviembre de 1983. En aquel momento integró la avanzada de los espacios restaurados por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana con los cuales se anunciaba una obra mayor: devolver a los habitantes de la urbe un Centro Histórico respetuoso del pasado, hermoso, creativo y funcional.

 

 Joya de la Habana antigua

El académico Francisco Pérez de la Riva sostiene en su texto Una casa cubana del siglo XVII, que “el inmueble tuvo, desde su fabricación, dos plantas y tejado, era sólida y maciza, al estilo de los palacios de Castilla”. Se conoce que comenzó a construirse en la primera mitad del siglo XVII por indicación de don Francisco Núñez Milian, quien había decidido regalarla a su esposa, doña María de León. No obstante, en 1648, consta que pasó a manos de don Martín Calvo de la Puerta y Arrieta, quien años más tarde decidió anexarse la vivienda contigua. La papelería encontrada permite asegurar que ese proceso de reconstrucción se extendió entre 1659 y 1669.

 

Foto tomada del Facebook del museo

 

Entre los elementos de la fachada resalta el pórtico, coronado con el escudo familiar. Al decir del arquitecto Joaquín E. Weiss “la teatralidad de esta portada” logró “dar personalidad y hasta popularidad a esta vieja casona”. Consta que los vistosos ornamentos, blancos como la cal, fueron concebidos y facturados en Cádiz allá por 1686.

A la casona le sucedieron varias intervenciones constructivas, como la de 1793 bajo el patronato de Gabriel María de Cárdenas y Santa Cruz, segundo marqués de Cárdenas de Monte Hermoso. Tales acciones fueron mezclando estilos arquitectónicos al punto que el investigador y poeta David López Ximeno, en su artículo La Casa de la Obra Pía, una joya de La Habana Antigua, afirmó que su “valor intrínseco radica en la posibilidad de reunir elementos artísticos y constructivos de dos momentos o etapas indispensables para la arquitectura habanera: el período mudéjar y el período barroco”.

La restauración que devolvió el inmueble a la vida útil concluyó en 1983, fue conducida por un equipo multidisciplinario de la OHCH lidereado por el arquitecto Daniel Taboada Espiniella.

 

Foto tomada del Facebook del museo

 

La caridad me guía

Don Calvo de la Puerta, quien llegó a ser capitán de caballería de La Habana, dejó una suma de 102 mil pesos censados sobre el valor de la propiedad con la indicación de que con el 5 % de sus ganancias anuales se dotara a cinco doncellas huérfanas o pobres para que pudieran contraer matrimonio o iniciarse en la vida religiosa.

Esta obra piadosa fue la que bautizó el inmueble como Casa de la Obra Pía, con los términos separados; poco después la calle, antes llamada de la Carnicería, comenzó a conocerse como de la Obrapía. Con el tiempo la arteria devino en corredor que enlazaba el Centro Histórico con el resto de una urbe que no paraba de crecer, sobrepasaba la muralla (más bien la arrasaba) y se expandía de manera indetenible hacia el oeste.

 

Foto tomada del Facebook del museo

 

El primer patrono de la Obra Pía fue Don Nicolás Castellón y Sánchez Pereira, regidor alférez mayor del Ayuntamiento de La Habana. Don Martín le encargó además la redacción, del Reglamento de aquella caritativa misión.

El sorteo se realizaba anualmente el día de San José (19 de marzo) en la Iglesia Parroquial de La Habana, precedido siempre por una misa al alma de Calvo de la Puerta. La identidad de las aspirantes se colocaba en una urna de plata y el azar hacía el resto. Hubo años en que la dote apenas alcanzó para una huérfana, pero la experiencia se mantuvo a lo largo de casi tres siglos. El último sorteo documentado tuvo lugar en 1948.

 

Museo con perspectiva de género

La OHCH ha ido construyendo una perspectiva de género que busca visibilizar y reconocer a las mujeres en sus dilemas y conflictos específicos; en sus expectativas y sueños; y en su inigualable potencial creativo. Con ese fin, desde el año 2021, la Dirección de Patrimonio Cultural ha trabajado en la confección de una estrategia que ha contado con la asesoría de la Dra. Norma Vasallo, presidenta de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana.

En ese camino, que también procura justicia y equidad, varias de las instituciones de la Oficina del Historiador llevan ventaja. Entre ellas sobresale el museo Casa de la Obra Pía que, inspirado en la propia historia del inmueble, ha propiciado espacios para la representación y participación femenina. Los guiones museológicos que han ambientado muchas de sus salas a lo largo de 40 años de quehacer han tenido a las mujeres como eje narrativo. Así se ha ido conformando también una colección de valiosas piezas de arte decorativo, objetos utilitarios e indumentaria que pueden apreciase hoy en salas como la Capilla, el Dormitorio, el Salón Principal y la Ambientada siglo XIX o Gabinete.

 

El 16 de noviembre del 2023, en la Casa de la Obra Pía, se inauguraron espacios intervenidos a propósito del aniversario 40 de la apertura del museo, entre ellos la sala Introductoria con un nuevo guion museológico, trabajado de conjunto entre el equipo técnico de la institución, la dirección de Inversiones de la Oficina del Historiador y el equipo de diseñadores Proporciones 122. En ella se exhiben resultados de las excavaciones arqueológicas que fueron desarrolladas en el inmueble y una mesa táctil que sumerge a los visitantes en una experiencia interactiva. Ese día también fueron reinauguradas la sala transitoria con la exposición “Vestir a lo antaño” y el Salón Polivalente acondicionado gracias a proyectos de cooperación internacional. En la imagen, Perla Rosales, directora adjunta de la OHCH (al centro) y la entonces directora de la Casa, Marbelys Giraudy Gómez. Foto: Néstor Martí

 

Es cierto que la iconografía femenina de gran parte de ese acervo remite a cánones y estereotipos de una cultura patriarcal que jerarquiza la belleza femenina exterior mientras el aporte y desenvolvimiento social de las mujeres queda relegado al espacio doméstico o a ciertos oficios “propios de su sexo”, como refieren escrituras antiguas. Mostrar ese discurso, como lo hace el museo, permite reflexionar, desde una perspectiva más contemporánea, acerca de cuánto ha evolucionado la mujer en el imaginario de la sociedad cubana actual y cuánto falta por conquistar.

El proyecto sociocultural y comunitario de la Casa de la Obra Pía, por su parte, también ha fomentado propuestas que en su mayoría son de interés femenino, ese han sido su público meta, sin descuidar otros grupos poblacionales.

Como parte de las experiencias desarrolladas allí sobresalen talleres e intercambios gestionados y dirigidos por las creadoras Rafaela Chacón Nardi y Haydée Arteaga (la Señora de los Cuentos). Sus propuestas inundaron de alegría infantil el patio, zaguanes y galerías de la Casa, pues a ellas se sumaban niños y niñas de las escuelas y comunidades cercanas.

Precisamente el fondo documental de Arteaga, donado por la familia a la institución, es la simiente del anhelado Centro de Documentación. Su perfil temático está asociado a la mujer en la historia y el patrimonio habanero. Funcionará como complemento del programa de sociocultural del museo y, especialmente, del Laboratorio Psicodidáctico de Atención a la Mujer que desde el 2022 funciona en la Casa de la Obra Pía.

 

La actual directora del museo Casa de la Obra Pía, Irene García Guerrero, aseguró que durante el 2024 continuará el proceso inversionista en la institución el cual permitirá contar, a partir de mayo, con el Centro de Documentación Haydee Arteaga. Más adelante será inaugurada una sala dedicada a las labores manuales y al vestuario en Cuba (mediados del Siglo XIX – mediados Siglo XX). También se habilitará un área para talleres de corte y costura, así como de otras manualidades. Foto tomada de las redes sociales de la entrevistada.

 

Manualidades que dan alas

En 1994 el museo se convirtió en la sede de la Hermandad de Bordadoras y Tejedoras de Belén, proyecto que permitió recuperar antiguas tradiciones de la artesanía textil, labor históricamente realizada por mujeres y que, en muchos casos, les permitía sostener económicamente a sus familias.

 

 

Taller de manualidades. Foto: tomada del Facebook del museo

 

Marbelys Giraudy Gómez, quien durante cuatro años dirigió el museo y actualmente desempeña esa responsabilidad en el Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa (Palacio del Segundo Cabo), declaró a esta reportera que ese proyecto “incentivó la creatividad y promovió el emprendimiento en mujeres del territorio. Desde ese entonces, este perfil trascendió a la gestión de colecciones por lo que comienzan a ser significativos en los objetos de uso en las labores de aguja, los ajuares de hogar, y la indumentaria”.

La llegada de este oficio a la Casa de la Obra Pía explica la posterior apertura de las salas permanentes Labores Manuales y Máquinas de Coser. Hoy se trabaja en una nueva propuesta museográfica que fusionará ambas en un espacio que centrará su mirada en el espectro creativo de las mujeres, desde las manualidades hasta las confecciones con apoyo de tecnología industrial.

Como parte de las salas que se exhibían en esas salas aparece una reproducción de cuadro Dama tejiendo, del pintor cubano Guillermo Collazo (1850-1896), así como valiosos manuales de costura y puntos de bordado y tejido, entre los que destaca el de la mambisa y defensora de los derechos de la mujer cubana, Ana Betancourt (1832-1901, refiere Giraudy Gómez.

 

Colaboración fecunda

En noviembre del 2023, a propósito del aniversario 40 de la fundación del museo Casa de la Obra Pía, se colocaron allí dos tarjas. La primera con palabras del historiador Eusebio Leal: “En este lugar, don Martín Calvo de la Puerta, regidor del Cabildo de La Habana y figura prominente de la ciudad, instituyó testamentariamente, en 1669, una obra pía de su propia casa para sufragar los gastos y cubrir la orfandad y la pobreza de un grupo de muchachas, hijas de hidalgos sin fortuna, que tendrían derecho a recibir una dote mediante un sorteo. Nosotros somos los depositarios de esta interesante tradición de La Habana: la más célebre de las obras piadosas”.

El texto de la segunda tarja parecería informativo, pero es también un acto de gratitud: “La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, de conjunto con la ONG Kultura, Communication y Desarrollo (KCD ONGD) y financiamiento de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo y del Ayuntamiento de Bilbao, han contribuido en la rehabilitación y acondicionamiento de espacios de este inmueble para el desarrollo del Laboratorio Psicodidáctico de Atención a las Mujeres”.

 

En febrero el Taller de confecciones textiles desarrollado en el museo Casa de la Obra Pía recibió estudiantes de segundo año de la licenciatura en Diseño. La muestra «Vestir a lo antaño» que se exhibe en su sala transitoria sirvió como punto de referencia para los trabajos de clase de los alumnos. Foto tomada del Facebook del museo.

 

La novedosa experiencia del Laboratorio, bien distante de ese sitio poblado de microscopios, probetas y reactivos químicos al que habitualmente remite la palabra, es un espacio innovador en los modos de hacer. A partir de técnicas y herramientas de la Psicología y la Didáctica se diseñaron un conjunto de actividades culturales y recreativas que, en su esencia, y desde un enfoque integrador y multidisciplinario, buscan transformar la conducta y actitudes de las mujeres en situaciones de vulnerabilidad.

 

 

El Laboratorio Psicodidáctico de Atención a las Mujeres que vive en la Casa de la Obra Pía fue abonado por la cooperación internacional que coordina y gestiona la OHCH. Los primeros proyectos ejecutados allí comenzaron a formularse en el 2020 y se ejecutaron entre el 2022 y el 2023. Llevan por nombre «Promoviendo el apoyo a mujeres en situaciones de vulnerabilidad en el Centro Histórico de La Habana Vieja, desde la socialización, intercambio, participación y el vínculo con la historia y el patrimonio cultural» y «Promoviendo la inclusión sociocultural de las mujeres en el Centro Histórico de La Habana Vieja, a través de la gestión del patrimonio cultural y la atención psicosocial con perspectiva de género». Ambos fueron desarrollados de manera conjunta con Kultura, Communication y Desarrollo (KCD ONGD), y contaron con financiamiento del Ayuntamiento de Bilbao y la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo (AVCD). Foto tomada del Facebook del museo

 

Los profesionales que participan de este proyecto promueven consejerías, charlas, cines debate, así como talleres de psicoballet y manualidades diversas, todo ello integrado de manera coherente en el Programa Sociocultural de Atención a la Mujer.

En apenas dos años de trabajo han beneficiado a más de 70 mujeres en situaciones de vulnerabilidad quienes encontrado en el Laboratorio un ambiente propicio para crecer, espiritual y profesionalmente. Las transformaciones más significativas observadas en ellas están relacionadas con el desarrollo cultural, los cambios en proyectos de vida, así como la incorporación y la asimilación de herramientas que les permiten enfrentar conflictos de la vida cotidiana y aumentar la autoconfianza y la autoestima.

La proyección museológica y sociocultural de la Casa de la Obra Pía confirman que la piedad que subyace en la génesis de la institución ha evolucionado hasta convertirse en exponente de esa perspectiva de género que defiende la OHCH y ha conseguido irradiarse, también, a la gestión que realizan del patrimonio cultural cubano.

 

Salas del museo Casa de la Obra Pía

 

– Primera planta:

    • Sala Introductoria
    • Sala Arqueología

– Segunda planta / Salas ambientadas:

    • Capilla (exhibe mobiliario de uso religioso: reclinatorio, crucifijo, columna salomónica, pila de agua bendita, cómoda de sacristía, candelabro, además de obras de arte en marfil y madera, óleos con temas religiosos)
    • Dormitorio
    • Salón Principal
    • Sala Ambientada siglo XX (o Gabinete)
    • Salón Chino
    • Comedor
    • Sala Aledaña al Comedor (muestra piezas de vajillas de porcelana francesa, que pertenecieron a diferentes familias cubanas del siglo XIX. También exhibe lencería fina, entre ella manteles, portavasos y servilletas).

– Tercera planta/ Sala ambientada:

    • Sala de la Pintura Mural (fue un hallazgo de la investigación arqueológica realizada en la Casa, se le conoce como “cuarto de los misterios”, porque aún no se ha encontrado explicación a su propósito original ni se sabe quién realizó las pinturas murales de gran formato encontradas allí, algunas han sido restauradas. No está abierta al público pues se trabaja en su diseño museológico).
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