En medio de la difícil situación energética que impera en el país la reducción del consumo de electricidad en los centros laborales es cuestión de prioridad para el movimiento sindical, por eso en Santiago de Cuba se aplican medidas que favorecen el ahorro.
La autolectura diaria de los metro contadores de las entidades, así como la información a los trabajadores del comportamiento de los indicadores, el acomodo de carga en las luminarias de áreas exteriores y pasillos, además de la desconexión,durante el horario pico, de equipos altos consumidores, figuran entre las tareas que asumen las comisiones creadas en las entidades.
Según precisiones de Daniel Romero Ilnait, funcionario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en la provincia santiaguera, los sindicatos del territorio también realizan visitas de intercambio en aquellos colectivos del sector privado de la economía que de manera mensual sobrepasan los 500 kilowatt en la facturación eléctrica.
“Existe un diálogo en busca de encontrar reservas internas que hagan posible disminuir el consumo de energía eléctrica sin lacerar la producción o los servicios que prestan, algo que favorece la economía de quien ahorra, y también del país”.
La labor de las comisiones de ahorro de cada centro, además del chequeo de los sindicatos y la CTC a todo lo relacionado con las demandas de electricidad, se refuerzan en las instituciones reconocidas como altas consumidoras en Santiago de Cuba.
“Entre ellas podemos mencionar al hospital provincial Saturnino Lora, los frigoríficos, y la recapadora de neumáticos, lugares donde se intensifica la exigencia para que se materialicen acciones que propicien reducir los consumos de portadores energéticos.
“La vida demuestra que sí se puede, tal y como lo han hecho colectivos como el hotel San Juan, el Banco de Sangre y Laboratorio Farmacéutico Oriente”.